lunes, 4 de octubre de 2010

El Gobernador Gildo Insfrán tiene que tragarse un sapo

El ayer menemista y hoy kirchnerista, Gildo Insfrán en su larga trayectoria como gobernador, ha sido objeto de varias denuncias vinculadas con presuntos actos de corrupción, como favorecer con resoluciones a una compañía expendedora de combustibles de su mujer; haber permitido que tanto los legisladores provinciales peronistas como los radicales cobraran dietas excesivas; haber tolerado la continuidad de las jubilaciones de privilegio (es vox pópuli el caso de un diputado por el PJ que se aseguró una de ellas por un solo día de labor) y haber conservado los salarios de la provincia -salvo los de los políticos- entre los más bajos del país en un contexto de alto desempleo.
Pero como Gobernador (¿vitalicio?) de la Provincia de Formosa, una de las mas pobres del país, no puede eludir la obligación de asistir al acto que se realiza todos los años en el Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa, recordando el sangriento asalto perpetrado por la banda terrorista montoneros.
Aunque no le agrade, tendrá que “tragarse el sapo” y asistir al homenaje a las victimas de los asesinos montoneros. Tratará de bajar el perfil del acto, pero no podrá faltar. El sufrido pueblo formoseño nunca se lo perdonaría.
Allí, los montoneros asesinaron a diez soldados conscriptos oriundos de la región.

Aunque los medios nacionales ignoren la fecha.
Aunque ningún medio cubra el acto a realizarse en la Plaza San Martín de la Ciudad de Buenos Aires en homenaje a las victimas del terrorismo.
En Formosa nadie se puede hacer el distraído. Allá el pueblo masivamente recuerda a sus victimas de la locura terrorista. Allá el que no va al acto, es un terrorista.

Obligado a “tragarse el sapo”, Insfrán tendrá que estar presente en el acto por el día del Soldado formoseño.

Sería ridículo pedir a los montoneros sobrevivientes al ataque y a los familiares de los terroristas muertos en esa oportunidad, que vayan a pedir perdón por su felonía, a los familiares de los soldados muertos. Mas ridículo sería pedir que donaran a los familiares de los soldados asesinados, lo que injustamente cobraron como indemnización por hacerse las victimas de la tragedia que desataron.
Los kirchneristas y montoneros el 5 de octubre mirarán para otro lado.
Ellos ese día pondrán cara de “yo no fui”.
En Ciudad de Santa Fe, la Universidad Nacional del Litoral, exhibe una placa recordando como víctima de la dictadura, a Roberto Mayol, el traidor soldado que facilitó el ataque al Regimiento, durante un gobierno constitucional.
En Formosa, Gildo Insfrán tendrá que “tragarse el sapo”

Orlando Agustín Gauna

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