Enciendo el celular y aparece el mensaje, "Kirchner murió". Tardo en darme cuenta de qué se trata. Y cuando lo hago miro a alrededor y comienzo a percibir una mezcla de tensa calma y desconcierto entre los funcionarios de la aduana. Muchas cosas pasan por mi cabeza en esos minutos. Hacía tiempo que no sentía esa particular sensación de crisis contenida que he respirado tantas veces en este país. Pero lo que más me impactó fue una fuerte sensación de déjà vu. Me vino a la cabeza aquel 1º de julio de hace 36 años cuando, estando en el colegio en Córdoba, escuché la noticia de la muerte del entonces presidente Juan Domingo Perón y me vi inmerso en la incertidumbre que inundó a toda Argentina con la asunción al poder de su viuda, María Estela Martínez de Perón, conocida como Isabelita.
Por: Raúl Ferro
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