Y la frutilla del postre: mandó a Héctor Timerman a anunciar, a través de una cadena norteamericana de televisión, lo que le asegura impacto no sólo local sino mundial, que ella será la candidata del kirchnerismo en las elecciones presidenciales del año que viene. A menos que alguien pueda suponer que el canciller tenga autoridad para mandarse por las suyas y hacer semejante anuncio sin una venia desde más arriba. Además, no se trató de una pregunta "de asalto", sino en medio de un reportaje convenido y concedido, preparado con todos los recaudos en los jardines de
¿Será candidata Cristina en 2011, o, en el fondo, buscará terminar su mandato sin riesgos institucionales ni sobresaltos, para regresar después a El Calafate, su lugar en el mundo? Es una pregunta que vale hacerse, más allá de que pudiera parecer una colisión con aquel anuncio del canciller. Es, más que nada, un interrogante legítimo, apenas se repasa el manual: Si ella no expresara ahora mismo su deseo de continuar, sus enemigos de adentro y de afuera se la comerían viva. Tal vez la única verdad sea aquella que le espetó a Kirchner, cuando él le dijo, en enero de 2010, que si la necesitaba, pensaba jugarla como candidata a la reelección. "¡Ni loca, yo, en 2011, me vuelvo a El Calafate!". La imprevista muerte de su esposo la llevaría a asumir una lucha que no estaba en sus planes. Es, en suma, la entrelínea que deja ver la frase supuestamente apresurada de Timerman.
Por Eugenio Paillet
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1 comentario:
Mi Estimado:
Incorporaré tu blog a mis favoritos.
Celebro el haberte hallado.
Abrazo.
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