lunes, 15 de noviembre de 2010

Aparecen las primeras fallas


El error más grueso de la semana tuvo lugar, no obstante, en la Cámara de Diputados donde el oficialismo pifió groseramente la estrategia para aprobar el presupuesto, dio lugar con sus presiones a un lluvia de denuncias sobre coimas y terminó siendo derrotado en una votación de madrugada.
Abundaron las equivocaciones. La primera, ingresar al recinto sin los votos asegurados. La segunda, creer que con la extorsión mediática del "palo en la rueda" y del shock de la presidenta por su reciente viudez los opositores se entregarían mansamente. La tercera, intentar el cambio del voto opositor en pleno recinto a vista y paciencia de todo el mundo. Resultado: un escándalo.
El increíble traspié tiene varias causas. La principal, no haber puesto en marcha una negociación con la "estructura" política y confiar en que todo lo que necesita la presidenta para gobernar es el contacto con "la gente" a través de la televisión dirigida por Tristán Bauer y sus asesores de imagen. Faltó diálogo con gobernadores y partidos en forma institucional y sobró "picardía". Para peor, la picardía en tiempos de Néstor funcionaba las 24 horas, tenía comando centralizado y casi nadie se enteraba. Hoy, no. En síntesis, el ruido provocado por tanta improvisación terminó en un bochorno.
Por Sergio Crivelli
Fuente: La Prensa

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