Según se ha dicho en fuentes responsables -algo de esto trascendió hace un tiempo- el ex presidente y diputado nacional recibía mensualmente varias valijas de los llamados barones del conurbano y de otros orígenes, cuyo contenido era minuciosamente guardado en El Calafate u otros lugares del sur argentino, lo que aporta una buena dosis de misterio y da pie a toda clase de comentarios, pues sólo Néstor sabía dónde se guardaban esos fondos destinados al manejo político del kirchnerismo.Pero aquí no termina este asunto, pues igualmente se comenta que cuando Eskenazi vendió el Banco de Santa Cruz, Néstor adquirió lo que se denomina “el tesoro”, es decir, las puertas y otros elementos de seguridad donde se guarda el dinero. ¿Para qué lo hizo? ¿Dónde están? Como puede apreciarse, se explica el intento oficial por recrear una imagen favorable del ex presidente y ex diputado, en cuya banca vacía se colocó una bandera argentina para rendirle un homenaje póstumo, sin tomar en cuenta que sólo participó de una sesión. Fue aquella en la que se votó la alevosa ley que autoriza el matrimonio homosexual. Por eso decimos que los colores patrios merecen una mejor ubicación.
Por Carlos Manuel Acuña
Fuente: Informador Público
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