Y EL PROBABLE RUMBO DEL PAÍS
El ex presidente convertido en un titiritero y la presidente sin ningún margen de maniobra propia, en una marioneta manipulada por el marido.
Néstor Kirchner, el titiritero, había muerto y Cristina, la marioneta, quedaba sin quien la manipulase y dirigiese en el irracional rumbo que hace años tomó la política argentina.
Un conocido dicho del refranero popular dice que “muerto el perro se acabó la rabia”.
No permitió que líderes de la oposición le presentaran las condolencias y simplemente no los recibió. Lo mismo hizo con el resto de aquellos que se acercaron a presentar sus pésames, pero que no comulgaban con el kirchnerismo. Si en cambio a personajes polémicos y discutidos, algunos sencillamente impresentables, aliados al oficialismo. El desfile frente el ataúd se convirtió en un verdadero espectáculo casi teatral en donde había de todo, excepto la solemnidad que la circunstancia requería.
Por Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
Fuente: Tábano informa
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