Ha muerto Néstor Kirchner.
Noticia impactante para el país dada su figura. La muerte pasó a ser el tema noticia prioritario para el periodismo y el pueblo.
Salieron a la luz opiniones y reacciones que ocultamos a veces como tema indebido: la muerte.
Un periodista dijo en su programa, es que el hombre no es inmortal.
Caemos en la cuenta de nuestra transitoriedad.
La muerte dicen, tiene dos caras como la luna, la razón ve la cara vuelta a nosotros, la otra cara oculta queda en el misterio.
Pascal decía que frente a la muerte nadie puede quedarse callado, se impone una respuesta.
La historia constata respuestas según el plano ideológico donde se esté parado, desde una creencia o desde una increencia.
El filósofo Heidegger ante la muerte: Es el cofre de la nada.
El filósofo Jean Paul Sartre: La muerte, un absurdo.
Jorge Luis Borges: De la muerte, sólo cenizas.
Un marxista: ¿Puede haber un quizás?
Para muchos: La muerte, una puerta que se cierra.
Para otros: Una puerta que se abre.
Para San Pablo: La muerte, una ganancia.
Para Santa Teresita: No muero, entro en la vida.
Para los primeros cristianos, la muerte: “Vere natalis dies” (el día del verdadero nacimiento). Es que habían escuchado a Jesús cuando decía “Yo soy la resurrección y la vida y quien cree en mí no morirá jamás”.
Toda muerte trae un planteo de vida que no deja en la indiferencia o en una estéril resignación. Se puede morir con esperanza.
Por P. Hilmar Miguel Zanello.
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