Carlos Kunkel, despreciado por Juan Perón, en los `70, se dedicaba al asesinato terrorista. En un lejano 5 de octubre de 1975 , participaba en el asesinato de soldados conscriptos, en “defensa de sus ideales”.
Ahora una mujer lo cachetea. Será porque Kunkel “no tiene una gallina que le ponga huevos” y por eso no le dice personalmente a Barrionuevo, lo que le dice a la esposa de éste.
Mientras tanto, los Señores Diputados demuestran su falta de hombría y capacidad.
Toleran pasivamente que un energúmeno le falte el respeto a una señora.
Toleran que este energúmeno impunemente insulte y ofenda a cualquiera de ellos. Como lo hizo aquella noche gritando “Traidor, hijo de puta” a Felipe Solá. Lo vimos en aquella larga noche.
Es propio de la estatura moral e intelectual de nuestros actuales legisladores.
Hace muchos años, una legisladora refiriéndose a un Diputado adversario profirió: “Lo que pasa es que el Señor Diputado es un pelotudo”. El aludido, haciendo gala de la “chispa” y la dialéctica de aquellos SEÑORES le respondió: “Se ve que la Señora Diputada tiene buena memoria”.
Hoy, no tienen “chispa”, dialéctica, ni siquiera están a la altura del cargo que ocupan.
En los años mas violentos de nuestra reciente historia, el principal adversario político de Juan Domingo Perón era el Dr. Balbín. Y fue el Dr. Balbín quien sin sufrir mayores molestias ingresó al recinto donde se realizaba la ceremonia fúnebre del fallecido Gral. Perón, y despidió a su viejo adversario con un emotivo discurso.
Hoy, con aquellos sobrevivientes violentos (¿Sobrevivientes gracias a qué?) en distintos estamentos del gobierno, muchos tuvieron impedido su ingreso a la ceremonia fúnebre del ex Presidente.
La diferencia es que en aquellos años, hubo una guerra. Guerra con actos heroicos y bajezas como en toda guerra. Hoy estamos sometidos a una dictadura de unos ladrones que además de enriquecerse, pretenden convertir a nuestra Patria en una Cuba socialista o en una Venezuela Chavista.
Orlando Agustín Gauna
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