Lo que los políticos hicieron con este vergonzoso pacto de silencio es subestimar a los votantes: creen, en el fondo, que la ciudadanía no es capaz de discernir qué diferencias existen entre los llamados favores políticos y una coima. Para ellos, lo mejor fue barrer las circunstancias debajo de la alfombra.
Hasta el enérgico sopapo de Graciela Camaño a Carlos Kunkel resultó funcional a la movida. Su difusión televisiva sirvió para cubrir los dos hechos graves que dejó aquella sesión: que no habrá presupuesto 2011 votado por el Congreso y que los chanchullos del toma y daca son consentidos por oficialistas y opositores.
Hasta el enérgico sopapo de Graciela Camaño a Carlos Kunkel resultó funcional a la movida. Su difusión televisiva sirvió para cubrir los dos hechos graves que dejó aquella sesión: que no habrá presupuesto 2011 votado por el Congreso y que los chanchullos del toma y daca son consentidos por oficialistas y opositores.
Por Hugo Grimaldi
Fuente: La nueva provincia
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