Pocas veces, como en la madrugada de ayer, una sesión que termina con un triunfo parcial de la oposición le trae a ésta tantos problemas. Aunque el kirchnerismo sufrió no sólo por la derrota en la votación: en la primera ocasión en la que la presidenta Cristina Kirchner hizo suya la estrategia de su marido del "todo o nada", se quedó con lo segundo.
Para peor, el clima de escándalo que marcó el debate también golpeó al bloque de diputados del Frente para la Victoria, que fue blanco de acusaciones de corrupción y que vio frustrado su intento de regalarle un triunfo a la Presidenta, el primero después de la muerte de Néstor Kirchner.
Por Gabriel Sued
Fuente: La Nación
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