Nilda Garré y su equipo trabajan en un plan nacional de seguridad. La reciente ola de inseguridad, particularmente en el tema bancario, y el mega escándalo del narcotráfico a España, golpean profundamente la gestión de la flamante ministro. En realidad, el objetivo prioritario del tándem Garré-Verbitsky no pasa por reducir los índices de delincuencia sino por evitar un supuesto golpe, del que podrían participar sectores del establishment, el peronismo anti-K, Clarín y grupos policiales. Estos últimos -según la Casa Rosada- podrían crear una situación de violencia con represión con capacidad para voltear al gobierno. La caída de Fernando De La Rúa fue acelerada por una represión policial fuera de control y, al poco tiempo, Adolfo Rodríguez Saá debió abandonar la presidencia ante situaciones de violencia que la policía no pareció interesada en contener. El caso de los asesinatos de Kostecki y Santillán durante la presidencia de Eduardo Duhalde es un ejemplo harto conocido.
Por Carlos Tórtora
Fuente: Informador Público
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