La confesión de Tomás Miret acerca de que la droga fue cargada en la Argentina se suma a los diversos indicios que van dejando sin defensa posible al gobierno.
Sobre todo por el hecho de que se están multiplicando las pruebas que vinculan -en distintos niveles- al kirchnerismo con el narcotráfico. Dos meses atrás, el diputado provincial chaqueño Egidio García, que responde al gobernador Jorge Capitanich, de la mayor confianza presidencial, fue detenido con su auto cargado de marihuana. Pocos días atrás, el concejal kirchnerista formoseño Héctor Palma fue detenido cuando ocultaba en su campo 700 kilos de marihuana.
La declaración que ayer prestara ante el juez en lo penal económico Alejandro Catania el jefe civil del aeródromo de Morón, Ricardo Palazón, tuvo una clara dirección: exculpar por la falta de control a la ANAC (Administración Nacional de la Aviación Civil) e implicar a la Fuerza Aérea. Especialista en purgas, la solución que Garré aconsejaría para salir del paso sería defenestrar al Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, Brigadier Normando Constantino, y a toda la cúpula, anunciando que el gobierno va a profundizar la investigación sobre la corrupción en las Fuerzas Armadas.
Por Carlos Tortora
Fuente: Informador Público
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