domingo, 19 de diciembre de 2010

Los días de furia de Cristina por los okupas


Entre algunos gobernadores del PJ e intendentes del conurbano hay inquietud por el futuro. “Esto así no va y se pondrá peor si siguen así”, dijo un intendente del conurbano que es kirchnerista.
Por estas horas algunos dudan sobre las últimas decisiones presidenciales, influidas por un sector del kirchnerismo cuya injerencia estaba acotada cuando Néstor Kirchner vivía.
En su oficina de la quinta de Olivos la Presidenta suscribe además teorías conspirativas.
Siente que le terminaron el duelo de golpe y que hay un intento desestabilizador en marcha. En eso, según la visión presidencial, hay un “padrinazgo” de alguien que a ella nunca le gustó: Eduardo Duhalde. “Me quieren sacar y se aprovechan porque no está él”, habría dicho más de una vez en los últimos días.
el jueves volvió a enfurecerse. Miraba por televisión la imagen del club Albariño en Villa Lugano ocupado y rodeado de decenas de policías. El titulo catástrofe impreso en la pantalla decía: “Inminente desalojo”. Y la Presidenta gritó: “Me dicen ya quién dio la orden desalojar. Parece que no entendieron que no quiero que repriman más”.
Por  Paola Juárez  
Fuente: Clarín

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