Quienes imaginaron que la población despediría 2010 exclusivamente con la alegría que le depararía la recuperación económica del país, el boom del consumo, el furor de los shoppings y el récord de ventas de automóviles no calcularon que, en algún momento, irrumpiría la Argentina oculta, que quedó al desnudo desde la toma del parque Indoamericano, en Villa Soldati, hasta los violentos sucesos ocurridos ayer en Constitución.
Por Fernando Laborda
Fuente:LA NACION
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