Que esta Noche Buena,
al evocar el nacimiento del Niño Dios,
nuestros corazones se colmen de
Paz, Esperanza y Fe en la bondad del Señor.
"Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear."
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