Otra vez los Colorados salvaron el prestigio de las Fuerzas Armadas Bolivianas cuando Hugo Chávez llegó a Cochabamba para asistir a la clausura de la Cumbre Climática. A su grito de Patria o Muerte la tropa quedó callada y en las dos oportunidades que Chávez lanzó su lema aterrador, no contestaron Venceremos.
Este feroz dictador tuvo que enfrentar lo que más lo asusta, el silencio y falta de aplausos y esta respuesta de los colorados caló profundamente en su soberbia y su desafiante egolatría. Para el vicepresidente y el canciller boliviano que lo esperaban en el aeropuerto, este silencio fue también devastador.
Este silencio sepulcral de los Colorados de Bolivia, significó que parte de las Fuerzas Armadas Bolivianas siguen fieles a su bandera y se interpreta como un mensaje para que este dictador abusivo vaya a gritar en Venezuela y no en la tierra de las Heroínas de la Coronilla.
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