Monarquía o república, democracia o despotismo. Una nueva forma de ejercer el poder levanta ampollas en Argentina. El caudillismo histórico ha dejado de ser cosa de hombres. El ordeno y mando ya no viste uniforme militar. La voz que se impone, con idéntica fuerza en la Argentina de hoy en día, tiene timbre de mujer, se viste de seda negra y mira correr el tiempo en Rolex con corona de diamantes.
Tomás Linn, columnista uruguayo de la reconocida revista “Búsqueda”, no recuerda un escenario similar en su país. “Con más entusiasmo o de mala gana –comenta- todos los presidentes de Uruguay, incluso con mayoría parlamentaria como el actual, han mantenido diálogo con la oposición. También se reúnen con sus ministros. Sería impensable que no fuera así”.
Fuente: ABC.es
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