jueves, 31 de marzo de 2011

Los radicales no son gallinas


Los radicales, los afiliados y simpatizantes de este partido centenario han perdido la memoria, o acaso son tan cobardes que temen levantar la voz contra los asesinos del Dr. Arturo Mor Roig.
No se los puede llamar "gallinas", porque las gallinas"ponen huevos". 
A pesar de que cualquier crimen es repudiable, el cometido contra la persona del Dr. Arturo Mor Roig el 15 de julio de 1974 no admite ningún atenuante ni justificativo. Y pese a la estatura moral y política del asesinado, son escasos y silenciosos los homenajes que se le rinden. ¿O acaso nunca se produjo este crimen? ¿O acaso será necesario encubrir a los asesinos y a sus cómplices, para que puedan seguir trepando a los más altos cargos?
Negar el repudio a los asesinos del Dr. Arturo Mor Roig es hacerse cómplices de los bárbaros que cometieron el crimen y de los que lo festejaban cantando "Hoy, hoy, qué contento estoy, vivan los montoneros que mataron a Mor Roig".
Cualquier persona de bien debe repudiar un crimen. Pero éste no fue un crimen más. En este caso en particular, se atentó contra quien representaba el más elevado proyecto de convivencia democrática, sin ambiciones personales y con capacidad intelectual y personal suficientes para no necesitar jubilaciones de privilegio ni prebendas personales. Quienes habían caído en la degradación moral al extremo de planificar fría y metódicamente la muerte de otro ser humano no podían tolerar la existencia de un hombre con tan elevados valores morales.
Hoy al escuchar "el canto de sirenas" de los que mataron a Mor Roig y de otros de su misma calaña, yo, que llevo apilado años de vida, recuerdo que hubo otra historia, cuyas páginas parecen haber sido quemadas en la hoguera de la mentira por los hijos putativos del odio. Pero es necesario reconstruir esas páginas para que las generaciones futuras conozcan toda la verdad y no sólo una parte de ella, que además está preñada de omisiones y falsedades. Si no, cualquiera que no haya escuchado las dos campanas pensaría que un nuevo Herodes ordenó matar a nuevos "Santos Inocentes" y no que fue un gobierno constitucional quien ordenó aniquilar a la guerrilla terrorista.
íAsesinos! íCómplices de este crimen, Dios y la Patria os lo demanden!

Orlando Agustín Gauna

1 comentario:

César Julio Videla dijo...

Los radicales flojitos de memoria, como siempre, como cuando ayudaron a la caida de Frondizi, un presidente con mayúsculas, o Illia, otro presidente de similar calidad, aunque no tan economista como el primero, o como cuando el impresentable de Sanz, dice que es una canallada rememorar las charlas de Balbin con Videla, como si no hubieran existido, lo cual se asemeja bastante al general sacando el cuadro de Videla del Colegio Militar de la nación como si con ello desapareciera su paso por la dirección del mismo.- Impresentables en general, y algunos más en particular.-