10/03/10
Lector:
Siento comunicar, que quién en vida fuera el periodista católico argentino, Juan Carlos Sánchez, ha entregado su alma a Dios, y que ya participa de Su Eterna Misericordia. Mi relación con Juan Carlos fue a través de e-mails que yo remitía a mi directorio y que él recibió en una oportunidad , publicándolo en su recién inaugurada páginawww.políticaydesarrollo.com.ar. Nunca escribí para que me publicaran mis opiniones en ningún medio, y Juan Carlos me hizo creer que mis notas valían la pena y fueron acogidas una a una, muchas veces con alguna crítica fraterna, habida cuenta mi incorregible antiperonismo. que chocaba con sus mítico y sentimental peronismo. Nos unía mucho nuestra fe católica y la lucha en contra de quienes ofendían a la Iglesia. Juan Carlos era implacable contra quienes agraviaban a Cristo o a la Santísma Virgen. Tan implacable como lo era con aquellos que predicaban la Cultura de la Muerte, defendiendo con denuedo y perseverancia la Vida Humana del Niño no Nacido. Era un admirador de Carlos Sául Menem, por esa razón principalmente. Nos vimos en dos oportunidades únicamente cuando el viajó a Buenos Aires. La primera vez cuando llegaba de Santa Fe en la terminal de ómnibus de Retiro, que nos pusimos de acuerdo como nos reconoceríamos. Le dije que me iba a poner mi gorra colorada del viejo y glorioso Partido Conservador. Se rió y le causó mucha gracia cuando nos encontramos. (En aquella época Chávez no existía en la vida política). Y la segunda vez fue cuando acordé una entrevista con el Padre Christian von Wernich cuando estaba detenido en Cavia y Figueroa Alcorta, en una prisión distendida, en que se lo podía visitar con mayor libertad, acordando con el sacerdote la hora. Juan Carlos y una secretaria aparecieron a la hora indicada y tuvo la oportunidad de departir unas dos horas con el sacerdote y al finalizar la entrevista le pidió al sacerdote una bendición, y este le impartió la bendición en su frente.Fue muy emocionante verlo a Juan Carlos de rodillas en la calle interna de aquella prisión recibiendo con devoción esta bendición. No tenía falsos respetos humanos. A partir de ese día Juan Carlos jamás olvidó todas las viscitudes que le narró el padre Christian y se quedó muy impresionado y dolido por su situación. De ahi que siempre lo recordó y le dió prioridad en su publicación a todas sus notas de pedidos y salutaciones de Navidad y Año Nuevo.
Lo que más me conmovía de Juan Carlos, era que siempre estaba del lado del débil, del perseguido y en Santa Fe, su ciudad, tuvo muchos amigos en tal condición que lucharon en contra de la subversión deicida y anticatólica. Apoyaba a las Fuerzas de Seguridad, publicando las gacetillas de Darío incansabe promotor del buen policía, recordando a las victimas policiales de la subversión y atendia todos los pedidos de los familiares de los presos políticos. No descansaba, pero su salud nunca fue buena. El trabajo lo atrapaba y se repartía en mil pedazos para sacar sus publicaciones. El buen combate le exigía cada vez más.
Su vida iba transcurriendo, recibiendo halagos y también grandes injusticias de nuestros enemigos. "Página 12" lo criticaba y comenzaron a hackear en varias oportunidades su publicación, muchas veces al grado de imposiblitar su salida al aire. El aspecto económico lo tenía preocupado, no poseía "sponsors" y eso lo conseguía en el día a día con contribuciones voluntarias, porque Juan Carlos era pobre económicamente y rico en ideas, en generosidad y talento.
Hoy ya no está con nosotros, pero siento como si lo estuviera. Sencillo, alegre, inteligente, excelente entrevistador , con dotes muy buenas de escritor, amaba todo lo místico y se inclinaba mucho a seleccionar a sus amistades que lo llevaban a ser cada vez un hombre con mayor formación. Abrió su páginas a escritores católicos, como lo son Cosme Beccar Varela , Antonio Caponetto, Juan Esteban Olmedo, Carlos Manuel Acuña y fue generoso con quienes no opinando como él, les dió la oportunidad de escribir con entera sinceridad. Porque Juan Carlos valoraba por encima de todo la honestidad intelectual, la sinceridad y el buen corazón de sus colaboradores. Tenía el hidalgo en su sangre hispana.
Con esa política, la del cariño, la de buscar lo mejor, la verdad, fue formando un enjambre de colaboradores que él fue descubriendo, que muchos le fuimos presentando, y con su excelente sentido común fue armando un staff de colaboradores. con personas que le dieron brillo a esas páginas de su medio, que fue diversificando al crear" Día 7," con un sentido profundamente confesional, dando pié a que sus colaboradores fueran sacerdotes, obispos, laicos, religiosos.
Era una locomotora para el trabajo y lo hacía con mucho entusiasmo, pero su salud no estaba bien atendida, se consideraba una fortaleza. Grande de cuerpo y de contextura , comenzaba ya asomarse sus problemas de peso, y reumáticos. Y hasta que ocurrió que cayó sorpresivamente con grandes dolores abdominales hace menos de un mes y en el Sanatorio donde se atendió le hicieron todos los estudios. Diagnosticaron un cáncer avanzado y tal como se imaginaban sus seres queridos, no salió del sanatorio despues de aquel chequeo, y alli entregó su alma a Dios, no sin sufrir grandes padecimientos.Tenía sesenta años de edad.
No pensó nunca en él, tenia la pasión del periodista de vocación, pensaba siempre en sus lectores. Quería que ellos tuvieran el mejor material de lectura. Fue fundador de dos medios importantes y tuvo la iniciativa para funar otro dedicado a los Presos Políticos. Ademas escribio tres obras vinculadas a su finción periodistica que fueron presentadas hace varios años. Fue un gran devoto del Cura Brochero, un precursor de su canonización, un admirador del Padre Julio Triviño, de su obra y de su vida. Amó a Dios, a sus amigos y a sus seres queridos. Fue un soldado de Cristo y un devoto de la Santisima Vrgen. Su lema fue : Dios, Patria y Hogar.
Juan Carlos, gracias por lo que todos recibimos de tí. Gracias Dios mí por revelarte en los corazones nobles.
Decansa en Paz
En nombre de mis amigos y en el mío propio, estarás presente siempre en nuestra oraciones ¡ Descansa en Paz !
Eduardo Palacios Molina
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