Nunca estuve de acuerdo con el golpe del 24 de marzo.
Fui crítico de su política económica, de sus errores tontos, de la destrucción del aparato productivo y de la decadencia en que nos sumergieron.
Y se que lo que hoy nos sucede es culpa de la ceguera política de quienes lo urdieron.
Pero esta banda de malparidos que debemos soportar ha terminado de llenarme la cantimplora.
Por eso el 24 de marzo pondré una bandera en casa.
No para recordar a las Juntas,
Si para recordar a los que lucharon, a los que murieron en combate, a los que arrastran mochilas cargadas de sufrimiento, a los que por darnos libertad están presos.
¡Claro que si que el 24 de marzo es el día de la memoria!
Que sea el día de nuestra memoria, el día de Berdina, de Barceló, de Viola y su hija, de Cáceres, de Larrabure, de los colimbas de Formosa, de Paula Lambruschini, de Mayol, de Ibarzábal y de todos nuestros muertos.
¡Démosle por culo a estas basuras y apropiémonos de su “efeméride”!
¡Que a partir de ahora el 24 de marzo sea nuestra marcha de Ituzaingo!
Y que por siempre ¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!
José Luis Milia
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