En aquellos años, las Asociaciones de de Radiodifusoras de FM de todo el país, realizaron una visita de cortesía a la Secretaría de Comunicaciones de la Nación en su vieja sede del Palacio del Correo de la Capital Federal, ubicado en Avenida Leandro Alem entre Corrientes y Sarmiento.
En la oportunidad, uno de los visitantes, manifestó públicamente sus diferencias de opiniones con el Secretario Mario Moreno que enervaron al
funcionario, al punto que al producirse los saludos de despedida, el mismo le manifestó al visitante: “el disgusto de haberlo conocido”.
Ignoraba el Secretario Mario Moreno la “chispa y vena humorística” del visitante al que no había tenido el gusto, sino el disgusto de haber conocido.
El visitante, replicó con gesto de orgullo y complacencia:
“Para mí ha sido una gran satisfacción, haber tenido la suerte y el orgullo de haber conocido al GRAN CANTINFLAS”. Ofuscado, el Secretario lo increpó: ¿Qué dice? Y el visitante, con la inocente cara de “Yo no fui”, le responde. "Claro, usted no es “Mario Moreno Cantinflas”Desde entonces, Mario Guillermo Moreno, dejó de usar su primer nombre, para identificarse como Guillermo Moreno “a secas”.
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
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