...Tienen asco a la voluntad popular.
La cantante Mercedes Sosa, molesta por el triunfo del General Antonio Bussi en comicios democráticos realizados en Tucumán, sin disimular su asco por la voluntad popular, afirmaba “Señores, no vuelvo más a Tucumán mientras Bussi gobierne la provincia.”
El socialista Hermes Binner, no pudo disimular su asco por la voluntad popular, y ante el cúmulo de votos obtenidos por Carlos Reutemann, atribuyó a los votantes, padecer el “Síndrome de Estocolmo”.
La Diputada Provincial Alicia Gutierrez, manifestó por escrito en uno de sus proyectos de Ley, su asco por la voluntad popular, afirmando: “Y no se diga que la voz del pueblo es la voz de Dios, porque ya tenemos bastante cansancio auditivo con tal eslogan...”.
Legisladores nacionales, expresaron su asco por la voluntad popular al no permitir la asunción de Luis Patti, electo en comicios democráticos.
Ahora, ante la “paliza” sufrida en la Ciudad de Buenos Aires por los elegidos por la Presidente, no pueden ocultar su asco por la voluntad popular, ni Aníbal Fernández (el que escapaba de la Justicia escondido en el baúl de un auto), ni algunos pseudointelectuales, ni otros personajes afectados por su adicción a las drogas que ansiosos esperan que el oficialismo K legalice el consumo de sustancias hasta hoy prohibidas.
En las urnas podemos demostrar el asco que nos producen quienes sienten asco por la voluntad popular.
Orlando Agustín Gauna
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