Su consorte ha aportado biológicamente al nacimiento de ese niño que va a nacer y seguramente alguna mujer habrá donado el gameto femenino y otra habrá alquilado su vientre. Cuándo nazca el niño, o los niños, pues las informaciones también hablan de mellizos, será probablemente anotado con el apellido de estos dos consortes del matrimonio igualitario, pero este niño o estos niños no sabrán nunca quién es su mamá biológica. Recordemos, de paso, que se viene persiguiendo a dos jóvenes vinculados a un importante medio de prensa, y se los obliga a investigar su identidad biológica aun cuando son felices ignorándola. ¡Pero en los casos provocados por el matrimonio igualitario la identidad biológica no importa! Esto ocurre porque se están aprobando en la Argentina leyes contrarias a la realidad natural, como si la naturaleza humana no existiera y esta situación lamentablemente, va siendo aceptada con pasividad por mucha gente.
Por monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata
en el programa “Claves para un mundo mejor”
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