Chorra vos
tu vieja y tu papá
guarda cuídense
porque anda suelta
si los cacha
los da vuelta
no les da
tiempo a rajar…
Terrorista,
vos, tu marido y tu hermano…
Ahora sos
Jueza de la Nación Argentina de gobiernos democráticos.
Vos, tu
marido y tu hermano, que atentaron contra la democracia.
Vos, tu
marido y tu hermano, que querían imponernos una dictadura castro comunista;
apelando a las armas, al terror de las bombas, al robo, al secuestro y al
asesinato, ahora decís que impartís justicia y que defendés los derechos
humanos. Justamente vos, que eras miembro de la banda terrorista Ejército
Revolucionario del Pueblo.
Te acordás
de aquellos tiempos? Te hacías llamar Liliana y formabas parte del Pelotón “Urbano”
¿Tte. Gaspar era el nombre del pelotón? Entre
tus compañeros estaba el salteño Ruben Manoff, ese que por las dudas rajó para
Israel.
Estábamos en
democracia, pero vos y los de tu banda querían que Tucumán se separara de la
Argentina. Era el principio de una idea de convertir a toda Sudamérica en un
satélite de la URSS. Así íbamos a llegar a ser las potencias que son hoy Cuba y
Venezuela.
Liliana, ¿O
debo llamarte Doctora María Alicia Noli?, te enteraste que cayó el muro de Berlín?
¿Te acordás
Liliana, cuando lo metieron preso a tu hermano Daniel Eduardo Noli. Lo
agarraron con Francisco Alejandro Viecho. Tenían dos pistolas 45 robadas al
Ejército Argentino y estaban en un auto robado. Los otros dos “terro”, lograron
escaparse. Esto ocurrió durante la Presidencia del Gral. Perón, no estábamos
bajo una dictadura. Y fíjate Liliana, que paradoja, tu hermano y su cómplice,
fueron condenados en primera instancia a 10 años de cárcel, y después, los
jueces del Gobierno del Proceso de Reorganización Nacional, ante la apelación,
le redujeron la pena a 7 años de prisión.
Pero eso,
Liliana, es algo que vos no entendés, ni vas a entender nunca. Estábamos bajo
una “dictadura militar”, pero había JUSTICIA. No la justicia con minúscula que
ejercés vos, que ni siquiera tuviste la dignidad de excusarte como miembro del
Tribunal Oral de Santiago del Estero, y a toda costa querías vengarte de
quienes están acusados de delitos de lesa humanidad. Pero claro, si vos
pretendés ignorar el Artículo 18 de la Constitución Nacional que precisa que Ningún
habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado
de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
Lamento lo
de tu esposo, nunca deseo la muerte de nadie, pero estábamos en una guerra no
convencional, ustedes eran como partisanos, confundidos con la población civil
y exentos a los derechos de la Convención de Ginebra.
Liliana, a
tu esposo Enrique Alberto Sanchez, le decían Villita. Él también era del
Ejército Revolucionario del Pueblo.
Nunca supe
si ustedes fueron parte del grupo que el 28 de mayo de 1975 fueron puestos en
fuga por un pelotón de soldados conscriptos. ¡Qué papelón! Ustedes que contaban
con las mejores armas y entrenados con los mejores combatientes guerrilleros
del mundo, fueron corridos por un puñado de soldaditos. Soldados que en vez de
andar matando gente, estaban pintando la Escuelita de Manchalá.
Y yo, que
soy tanguero de alma, siempre parafraseando tangos, digo, como nos cambia la
vida, “Ya no sos la Liliana, ahora te llaman Doctora Maria Alicia Noli”
Dios nos
libre de jueces como vos, Liliana.
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