Ser “zurdo” o ser “facho”

Los comunistas, ante el fracaso de su sistema en los distintos países donde lo implementaron; ahora se llaman socialistas, aunque algunos se definen como progresistas, mientras que sus detractores, despectivamente los definen como “zurdos”.
Los comunistas asesinaron a millones de personas en sus intentos por tomar el poder en distintos países, y donde lograron gobernar, lo hicieron de manera despótica y continuaron asesinando y/o encarcelando a sus adversarios. 
En nuestro país, fracasaron en el campo militar, y ahora como “socialistas”, unos se enquistaron en distintos cargos del gobierno, y desde allí, fogonean a otros, que convertidos en “luchadores sociales” bregan por desestabilizar al actual sistema democrático con cortes de rutas y calles de la república, además de realizar activas y violentas manifestaciones, bajo el pretexto de reclamar mejoras para los más carenciados, la legalización del aborto o denunciar como “gatillo fácil” cualquier muerte causada por las fuerzas policiales.
Por otro lado, está el ciudadano común, que desea vivir sin el peligro de la inseguridad cotidiana; en paz, trabajando y progresando. Que quiere que metan presos a todos los corruptos, ladrones, violadores y asesinos; que vuelva el servicio militar y se combata a la prostitución y a la droga. A éstos, que se quejan por los continuos cortes de calles y rutas, o por las violentas manifestaciones, se los tilda de “fachos”. 
Éstos, cuando se manifiestan pacíficamente por la diaria inseguridad, por robos violentos o crímenes, están solos. Los “luchadores sociales” no los acompañan. Ellos “no se juntan con los “fachos”. A ellos no les interesan los robos y asesinatos en perjuicio de los ciudadanos. A ellos solo les interesan los que les pueden dejar un rédito político o económico. Como el robo a Nora Centeno de Madres de Plaza de Mayo, o al estudio de Lucila Puyol de HIJOS, el asesinato de Silvia Suppo o los casos que se dicen de “gatillo fácil”, donde se puede reclamar al Estado. Entonces sí, salen a manifestarse reclamando justicia. Justicia a favor de ellos, de los “zurdos”. En cambio, para los otros, para los “fachos”, como dijo Hebe de Bonafini: “Para el enemigo, ni justicia”.
Pero aunque me sigan negando la justicia, prefiero que me sigan tildando de “facho”.


Orlando Agustín Gauna