Legisladores, por qué no hablan?
La Señora KK habló mas de tres horas en la apertura de las sesiones ordinarias.La gente es mala y comenta que no habló mas, por que la llamó por teléfono el Rey de España, Don Juan Carlos, y al igual que al bolivariano, le dijo ¡¡¡POR QUE NO TE CALLAS!!!, para que no diga nada que incomode al hispano, y especialmente, que se cuidara de hacer anuncios raros que afecten a Repsol YPF.
Pero en su larga perorata, no escatimó críticas a los subsidios que desde hace años se le vienen dando indiscriminadamente a los concesionarios de los subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires. Su argumento, del que recién ahora parece haberse percatado, es que la Nación no puede ni debe subsidiar el transporte de los porteños.
Esta frustrada estudiante de abogacia, debería abandonar sus monólogos de sandeces y en todo caso, si tanto gusta de hablar, convocar a una conferencia de prensa abierta a todo tipo de preguntas.Y responderlas.
Pero hablaba, hablaba, hablaba y no paraba de hablar.
Mientras tanto, los legisladores presentes se esmeraban integrando la claque junto a la turba de haraganes y desocupados, que en un día laborable fueron llevados como ganado, a las bandejas del Congreso.
Pero los legisladores aplaudían y callaban. Callaban cuando hace rato que deberían hablar, hablar y legislar como se los impone la Constitución.
En junio de 1989 sancionaron la Ley 23.681, que establece un “recargo sobre el precio de venta de la electricidad” se destinará “a la Empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado de la provincia de Santa Cruz, con el objeto de realizar inversiones y reducir el nivel de las tarifas”. Y agrega: “Cuando existan otras empresas que presten los servicios directos a usuarios finales, la Empresa de Servicios Públicos Sociedad del Estado de Santa Cruz transferirá los importes percibidos, en la proporción que corresponda”.
Desde hace 23 años todas las provincias giran el aporte de los argentinos a la Empresa de Servicios Públicos de la Provincia de Santa Cruz. ¿Cuántos millones de pesos se giraron hasta la fecha? En qué se usó ese dinero? ¿Hasta cuándo vamos a seguir manteniendo esa empresa de Santa Cruz?
Los legisladores, que deberían hablar, callan
¿Por qué no hablan?
Orlando Agustín Gauna
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