El año 2007 fue declarado “Año de la seguridad vial”. Y ese año se incrementó en más de medio millar de muertos por accidentes de tránsito, con relación al año anterior.
A pesar de los anuncios, declaraciones, creación de organismos y afectación de personal, en los últimos años tenemos un promedio de 21 o 22 muertos por día en accidentes de tránsito.
La principal causa de esta elevada cifra de víctimas de accidentes de tránsito es la falta de aplicación de las normas existentes.
El Convenio Federal sobre Acciones en Materia de Tránsito y Seguridad Vial, suscripto el 15 de agosto de 2007 entre el ESTADO NACIONAL, las PROVINCIAS y la CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES, establece que: “La Nación implementará un sistema de control de velocidades máximas consistente en el cálculo automático del tiempo irrogado a los vehículos que circulen por autopistas y rutas concesionadas para cubrir la distancia existente entre estaciones de peaje, del que se obtendrá la velocidad promedio aplicada por el conductor para ese recorrido. El equipamiento permitirá la lectura de los tickets o de los dispositivos de pago electrónico, en cada una de las cabinas de cobro, emitiendo el reporte de la velocidad promedio alcanzada, sirviendo éste de respaldo para la inmediata constatación de las infracciones, en aquellos casos de haberse superado la velocidad máxima promedio correspondiente al tramo recorrido.”
Este simple mecanismo para el control de la velocidad de los vehículos que circulan por los caminos concesionados, evitaría muchas muertes. Pero todavía no se pudo implementar.
El uso de vidrios polarizados está prohibido por ley. Por una de las tantas leyes que no se cumplen. Un reciente informe del centro de experimentación y seguridad vial (CESVI) nos dice que los expertos afirman que los vidrios polarizados incrementado en un 30 % la posibilidad de sufrir un choque. Y son los funcionarios públicos, las personas de elevado poder adquisitivo y los delincuentes, lo que mayoritariamente usan vehículos con vidrios polarizados. Quizás sea esta la razón por la que no se reprime con mayor eficacia y severidad el uso de polarizados.
La Provincia de Santa Fe no queda a la zaga de la Nación. Tiene la Agencia Provincial de Seguridad Vial a cargo del Dr. Claudio Alberto Canalis, además cuenta con la Dirección Provincial de Formación y Divulgación Vial, la Dirección Provincial de Gestión de Sistemas Técnicos y Administrativos, la Dirección Provincial de Innovación y Coordinación en Seguridad Vial, la Dirección Provincial de Seguridad Vial y la Dirección Provincial del Observatorio Vial. Todos estos organismos de nombres tan pomposos, solo sirven para asignarles “una chapa” (léase UN SUELDAZO), a los amigos del Poder. Pero en seguridad vial nos va muy mal. Desde hace años, las estadísticas ubican a la Provincia de Santa Fe detrás de la Provincia de Buenos Aires, pero delante del resto de las provincias, en cantidad de muertos por accidentes de tránsito.
Para nada sirven los cuidados y precauciones de algunos conductores, si el Estado permite que otros conductores violen las normas y conduzcan de manera irresponsable y criminal
Orlando Agustín Gauna
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