martes, 7 de octubre de 2008

¡Acá no se rinde nadie, mierda…!



Hermindo Luna es intimado a rendirse por estos antiimperialistas de mentirita, que usan pantalones Lewis made in usa y toman Coca Cola. Y el valiente soldado de la Patria les responde ¡Acá no se rinde nadie, mierda! y dio su vida por la patria.

Por Orlando Agustín Gauna

Palabras en el encuentro realizado en la Plaza del Soldado de la Ciudad de Santa Fe el día 6 de los corrientes en el acto de recordación de las víctimas del terrorismo en la Argentina.

Hoy nos hemos reunido a rendir homenaje a nuestros muertos. De manera muy especial, a las victimas del terrorismo subversivo. Muertos y victimas que tienen nombre y apellido. Que tienen su historia. Que han escrito páginas de nuestra historia. Pero por sobre todas las cosas, son muertos que sembraron amor.

Sus enemigos, inventaron un número. TREINTA MIL DESAPARECIDOS. Para desmentirlos, el mismo informe revisado de la CONADEP no alcanza a numerar 5000 desaparecidos. Muchos de esos menos de cinco mil, son N.N., otros solo se identifican por un nombre de pila o apodo. A ellos no les importa. Sirven para engrosar un número, para repartirse miles de millones de pesos en indemnizaciones y subsidios.

Por el contrario, nuestros muertos no brindan indemnizaciones ni subsidios. Pero nuestros muertos tienen historias, todas llenas de amor.

Así tenemos por ejemplo, que el 15 de enero de 1972 , tres agentes policiales de la Comisaría de Monte Vera, estaban apostados esperando identificar a los ocupantes de una precaria vivienda, cuando ven acercarse una camioneta. El Cabo Carlos Gabino Nievas sale a darles la voz de alto. Los ocupantes de la camioneta, expertos en el manejo de armas, adiestrados por profesionales de Cuba y El Libano, acribillaron al Cabo Nievas. Sus compañeros Albarenque y Maidana, repelen el ataque de los terroristas que deben escapar. Nievas en su agonía, piensa en sus pequeños hijos y le ruega a sus amigos: “Hermano… mis hijos… cuidalos”.

No destilaba odio. Irradiaba amor.

Una calurosa mañana del 10 de febrero de 1977, mi amigo, el Oficial de la Policía de esta Provincia, Ernesto Jesús Olivera, esperaba que transcurrieran los pocos minutos que faltaban para salir de franco. Su ocupación era tratar de desactivar explosivos que colocaban los terroristas. Entonces llamó el teléfono para convocarlo a una nueva cita con la parca. Esa macabra y huesuda dama que con su guadaña trataba de segar su vida. Hacía muchos meses que Ernesto Olivera, como él me contaba, estaba de novio con la muerte. Esta vez el pretexto de la cita con su amante era una motocarga sospechosa, abandonada en la vía pública. No podía faltar a la cita. Fue acompañado por el Cabo 1º Roque Farías.

Al llegar tuvieron que “echar” a unos chicos que jugaban sobre el vehículo. Enseguida advierten la existencia de una carga explosiva y comienzan ese juego amoroso con su siniestra amante.

De pronto: ésta les da su abrazo mortal en forma de explosión y se lleva a los dos policías.

Desde la Casa del Padre Eterno, seguramente verán con cierta tristeza, que a los asesinos que dejaron la motocarga con explosivos en la vía pública se los llama “jóvenes idealistas” y si todavía viven, se los premia con distintos puestos en el actual gobierno, pero si hubieron muerto en esa demencial guerra que desataron, sus familiares gozarán de jugosas indemnizaciones. Indemnización que no perciben los familiares de estos policías muertos en la lucha contra terroristas adoctrinados en la Cuba de Fidel.

Del mismo modo, artero, traicionero, los hijos putativos del odio, prepararon la Operación Primicia.

Fue el 5 de Octubre de 1975, día domingo y en horas de la tarde, cuando la masa de los efectivos se encontraban franco de servicio. Montoneros, organización declarada ilegal un mes antes, por el gobierno Constitucional, inició el ataque contra el Regimiento de Infantería de Monte 29 sito en Formosa. Un soldado traidor les franqueó la entrada a la banda terrorista. En el baño de la Compañía se duchaban algunos soldaditos conscriptos que entre bromas y manotones trataban de refrescarse luego de haber jugado un “picado”. A estos humildes e inocentes soldaditos, desnudos y desarmados, totalmente indefensos, les arrojaron varias granadas explosivas. Unos murieron, otros resultaron heridos. Uno de los que arrojó granadas contra estos indefensos soldados conscriptos, hoy es Diputado de la Nación. En el cuartel había otros soldados que dormitaban la siesta, y fueron baleados antes de que alcanzaran a reaccionar. Pero eran soldados de la Patria , el 20 de junio habían jurado seguir a su bandera y defenderla hasta perder la vida. A la voz de ¡Rendite Negro, que con vos no es la cosa! el soldado conscripto Hermindo Luna es intimado a rendirse por estos antiimperialistas de mentirita, que usan pantalones Lewis made in usa y toman Coca Cola. Y el valiente soldado de la Patria les responde ¡Acá no se rinde nadie, mierda! y dio su vida por la patria. El resto de los soldados, acompañados por sus superiores, de inmediato comenzaron la defensa del cuartel y repeliendo el ataque acabaron con la vida de 16 terroristas y a los restantes los pusieron en fuga. En esa jornada, diez soldados conscriptos, un Sub Oficial y un Oficial del Ejército Argentino y dos sub Oficiales de la Policía de Formosa, dieron su vida por la Patria.

Para vergüenza de los santafesinos, debemos reconocer que el soldado traidor y muchos de sus cómplices, eran vecinos de esta Ciudad, que en su doble condición de asesinos y de terroristas, atentaban contra las instituciones de la democracia de nuestra República. Porque no debemos de tener presente que este ataque contra el Regimiento de Infantería de Monte se perpetró no contra alguna dictadura militar. Se perpetró contra un gobierno constitucional elegido por una abrumadora mayoría del pueblo argentino.

Hoy se dicen defensores de esa democracia que atacaban. Hoy se dicen defensores de los derechos humanos que mancillaban.

Hoy enquistados en el poder, se reparten subsidios y supuestas indemnizaciones. Madres y abuelas de Plaza de mayo reciben millones de pesos del Estado Nacional, sostenido por el Pueblo Argentino. Dineros que usan para continuar sembrando el odio y la muerte. Tratan de lograr nuestra rendición. Pero a estos bárbaros les respondemos como el Soldado Luna ¡ACA NO SE RINDE NADIE MIERDA!

VIVA LA PATRIA

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