Durante el transcurrir de la película, fueron desfilando distintos personajes a los que fui asociando con otros que vienen actuando en nuestro país, desde hace años.
Así fue que identifiqué a los cristianos con los miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales y Penitenciarias y civiles, que hoy purgamos ilegal, ilegítima e injusta privación de libertad por haberle evitado a nuestra Patria, el caer en las garras del castro comunismo, tal como ha sucedido con Cuba, Nicaragua y Venezuela, resguardando, a costa de sangre y sacrificio, la libertad de la que hoy gozan todos los argentinos, libertad que a nosotros nos ha sido conculcada.
Identifiqué en los discípulos de Cristo, a nuestros amigos, camaradas y miembros de la sociedad argentina, que comulgan con nuestros ideales, pero que, por miedo, comodidad o indiferencia, también nos han abandonado; en los sumos sacerdotes y el populacho judío, a los organismos de derechos humanos y las hordas de violentos que, con cualquier excusa, permanentemente toman las calles, buscando revanchas y linchamientos.


¿Y quién sería Barrabás?.

A la luz de las impunidades, honores, selecciones y reconocimientos, Barrabás estaría representado por aquellos que, con prisa y sin pausa, están haciendo todo lo posible para destruir nuestra castigada Patria y son los innumerables demonios que la azotan diariamente, perpetrando todo tipo de atentados contra su integridad moral y física: políticos, empresarios, periodistas, terroristas, docentes, intelectuales, sindicalistas, cabecillas de las organizaciones sociales, religiosos, uniformados, feministas, defensores del aborto y la ideología de género, a quienes vemos desfilar por cuanto medio de comunicación o reunión social existen, recibiendo almibarados tratamientos.
Mientras la sociedad siga prefiriendo a Barrabás, triste destino tiene nuestro país.
Emilio Guillermo Nani
Teniente Coronel (R) Veterano de Guerra
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