domingo, 13 de mayo de 2012

SANTAFESINOS A LAS ARMAS


A Diego Martín Poretti lo conocí hace unos 3 años. Era demasiado joven y no podía tener experiencia para el cargo que ocupaba. En la gestión del Intendente Mario Barletta era subsecretario de Prevención y Seguridad de la Municipalidad de Santa Fe, y como tal visitó el Barrio El Pozo de Santa Fe invitado por dirigentes del Partido Comunista a dar una charla sobre violencia e inseguridad.

Entre otras incoherencias, manifestó que los vecinos debíamos denunciarnos entre nosotros. Esto es generar violencia: Si denuncio al vecino que saca la basura fuera de hora, o que hace ruidos molestos, voy a causar su enojo, podría querer trompearme, yo en mi defensa le pegaría una puñalada y él en venganza me pegaría un tiro. A la violencia cotidiana le sumamos otros hechos de violencia porque el Estado no cumple con sus obligaciones de controlar y prevenir. Así se lo manifesté públicamente y sin salida, cambió el tema de su charla para otros carriles.
La Ciudad siguió acumulando homicidios, robos y hechos de violencia. Pasó en su cargo sin pena ni gloria.
Aún así, con el cambio de autoridades, fue ascendido a subsecretario de Coordinación Operativa del Ministerio de Seguridad. Desde ese cargo aseguró que a mediados de marzo de este año, iba a estar implementado en la Ciudad de Rafaela el Sistema 911. El sistema en Rafaela, comenzó a funcionar en el mes de abril pero como es propio de gente improvisada en funciones de seguridad, fue peor el remedio que la enfermedad. El vetusto 101 de emergencia policial era atendido por un empleado local, conocedor de la ciudad, que ante un llamado, enviaba un móvil al lugar requerido. Ahora, el vecino de Rafaela, ante una emergencia, llama al 911, donde lo atiende un operador desde la Ciudad de Santa Fe, quien no conocería adecuadamente la ciudad de Rafaela. Por ejemplo, alguien avisa de una emergencia en calle Podio al 2700. El operador lo comunica vía informática a la Central de Rafaela. Desde Rafaela le preguntarán si es Bartolomé Podio o C. Podio y si desde Santa Fe no precisan de cual Podio se trata, se deben enviar móviles a los dos lugares o ir a uno de los dos confiando en la buena suerte, para que sea ese y no que se llegue demasiado tarde al segundo lugar. Es obvio que la Coordinación Operativa del Ministerio de Seguridad no tiene capacidad de coordinación operativa. Pero si se “cae el sistema”, cosa que ocurre a menudo, el operador santafesino tiene que comunicarse telefónicamente con Rafaela, para retransmitirle la emergencia, con la consiguiente demora.
Pero la incapacidad de Diego Poretti va más allá.
El 14 de febrero, Diego Martín Poretti “vio tomando café en el bar de un supermercado, en Colastiné Norte" a Mario José Facino, quien cumple prisión domiciliaria imputado de delitos de lesa humanidad. Pudo apreciar sus características fisonómicas y además precisar que estaba tomando café y no otra bebida. Y en vez de proceder como funcionario público, o llamar a la policía para que lo detuviera; o comunicarse con su superior jerárquico, el Ministro de Seguridad Leandro Corti, llamó al Secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Horacio Coutaz.
Coutaz, llamó telefónicamente a Santiago Pesce, un novel empleado de ese Ministerio de quien conoce su teléfono y domicilio, próximo al supermercado donde estaba “tomando café Mario Facino”. Le ordena que a pesar de no ser su horario de trabajo, acuda al lugar en cuestión a reforzar el testimonio contra Facino. Pesce acata la orden y verifica que  era Facino y que "se había ido del supermercado a bordo de un auto Megane, dominio FVY﷓185, por las calles del barrio, sin utilizar la ruta 1".
A partir del dato del Sub secretario de Coordinación Operativa del Ministerio de Seguridad, Diego Martín Poretti, se distrajo el personal afectado a la seguridad cotidiana de los vecinos, para abocarse a la tarea de quitar a Mario Facino, el beneficio de prisión domiciliaria y procurar el envío a una cárcel común.
Urgente comunicación a los medios para que envíen periodistas y fotógrafos. Que el propio Jefe de Policía vaya al domicilio de Facino a constatar su violación a la prisión domiciliaria. Que se monte una vigilancia en el supermercado hasta el día siguiente para que nadie toque las cámaras que tienen que haber captado a Facino tomando café.
Gracias a Diego Martín Poletti, lo único que se logró fue que los vecinos de Rincón estuvieran una semana sin parar de reírse de semejante payasada. Todos saben que Facino no tiene auto y saben que nunca sale de su domicilio sin custodia policial, debido a su condición de detenido.
El ineficaz Diego Martín Poletti y el novel empleado Santiago Pesce se confundieron.(¿o mintieron?) La persona en cuestión no era Mario José Facino.
Ahora Diego Martín Poletti se dedica junto con su Ministro, a Coordinar que colectivos especiales trasladen a los barras brava a los estadios. Nunca se había enterado que estos barras molestaban al pasaje y a los choferes y que viajaban sobre los techos de los colectivos. Si lo sabía, nunca antes había hecho nada.
Hoy cantó ¡¡¡BINGO!!! Gracias a otro inepto para el cargo, como es el Ministro de Seguridad Leandro Corti y a su incapacidad como subsecretario de Coordinación Operativa del Ministerio de Seguridad, el peligroso y pervertido delincuente Juan Manuel Martínez, en vez de ser alojado en una cárcel en su condición de detenido por robo y abuso sexual con acceso carnal, se lo alojó en una Seccional Policial, donde no hay ni personal suficiente ni capacitado para la custodia permanente de detenidos.

Como de costumbre, estos inútiles, descargarán su responsabilidad sobre el personal policial de guardia y no sobre el funcionario que ordenó su alojamiento en un lugar inadecuado.
Con estos irresponsables 
responsables de brindar seguridad a los santafesinos, 
es necesario armarnos 
para proteger nuestras vidas 
y nuestros bienes. 

Orlando Agustín Gauna

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