martes, 17 de marzo de 2009

PENA DE MUERTE SI - SI A LOS FUSILAMIENTOS

Hoy,  los defensores de los derechos humanos, los izquierdistas, marxistas, castristas, todos, o casi todos ellos, fieles seguidores del "Che" Guevara, se declaran en contra de la pena de muerte.

Pena de muerte que reclaman en su dolor, familiares y amigos de tantas victimas de la inseguridad.

Pena de muerte que reclaman muchos ciudadanos atemorizados por el auge de la violencia.

La Iglesia Católica ha recomendado siempre la indulgencia con los malhechores y ha prohibido a los sacerdotes que contribuyan a una sentencia de muerte. 

Un católico convencido, solo en un ex abrupto, puede manifestarse a favor de la muerte de un semejante. Repudia desde el aborto hasta la eutanasia.

Pero estos zurdos hipócritas, y los idiotas útiles que los siguen con sus remeras y banderas con la figura del criminal "Che" Guevara, hijo putativo del odio, no recuerdan, o no quieren recordarnos, la célebre intervención de Ernesto "Che" Guevara en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 11 de diciembre de 1964. 

Expresaba el "Che"
"Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba."
Ernesto Che Guevara, Escritos y discursos, Tomo 9, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1977.

El propio Che era aficionado a ejecutar a cubanos puestos contra la pared. Por ello se ganó el apodo de “EL CARNICERO DE LA CABAÑA”. Personalmente dirigió el proceso contra los representantes del régimen depuesto, condenando a muerte a cerca de 4.000 personas.

Hoy, sus hipócritas seguidores, se manifiestan en contra de la pena de muerte

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con la pena de muerte, pero no porque crea que no soluciona nada, sino porque cuando un asesino sesga la vida de otro ser humano, debe quedarse en este mundo para REPARAR EL DAÑO. Y el daño es reparable.
Creo que ése es el gran desafío de la humanidad: intentar recuperar a aquellos que se han bestializado.
El que mata, tiene que tener como condena 30 años de reclusión, pero RECLUSIÓN ÚTIL, donde se les enseñe un oficio y se los PONGA A TRABAJAR DURO, dentro o fuera del penal, lo cual es otro desafío.
Hay que intentarlo. Los gobiernos gastan tanta plata en pavadas, que bien podrían ocuparse de pensar en estos temas y aceptar los riesgos que demanda cotidianamente la vida democrática. Es difícil, pero no imposible.

Anónimo dijo...

Yo tampoco estoy de acuerdo con la pena de muerte. En primer lugar, como católico. Pero además, porque siempre se va a aplicar a los que no tienen "padrino".