sábado, 7 de marzo de 2009

TORTURADORES Y TORTURADOS


Leyendo una entrevista, encuentro las siguientes reflexiones: “El hecho de que yo haya torturado no le confiere derecho a nadie a seguir torturando gente"

"Estoy arrepentido de muchísimas cosas que hice señor, y las he escrito. Lo que extraño mucho es la falta de arrepentimiento de otros líderes que todavía muchos de ellos hoy están en la vida política del país y jamás se arrepintieron". http://www.elpais.com.uy/090307/ultmo-403135/ultimomomento/-el-hecho-de-que-yo-haya-torturado-no-le-confiere-el-derecho-a-nadie-a-seguir-torturando-gente

 

La Constitución Nacional establece que en su Artículo 18 in fine, que: Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.

Pero hoy, a muchos jueces les importa un pito lo que dice la Constitución, lo único que le preocupa es lo que puedan opinar Diana Conti, Carlos Kunkel o el matrimonio Kirchner. Prueba irrefutable de ello, es la renuncia al cargo como conjuez de la conocida como “Causa Brusa”, presentada por el Dr. Martín Francisco Gutiérrez

A los detenidos acusados de delitos de lesa humanidad, que por su edad, por su estado de salud, e inclusive por que carecen de la capacidad operativa para cometer delitos similares a los que se les imputan; se los mortifica deliberadamente.

Casi todos ellos han aceptado someterse a la justicia (no a la venganza e injusticia) Sin embargo en forma arbitraria, injusta e inconstitucional, se los tiene detenidos indefinidamente, excediendo con creces los términos legales para la detención preventiva.

Se los mortifica mas allá de lo que toda medida de precaución exige. Se los traslada a cárceles comunes, sometiéndolos a la mortificación de saber que pueden ser agredidos por delincuentes comunes, por el solo hecho de haber pertenecido a las fuerzas armadas, de seguridad o policiales. E inclusive, saben que se pueden provocar su asesinato a manos de los presos comunes, con la promesa a éstos, de beneficios excepcionales.  

Se los mortifica mas allá de lo que toda medida de precaución exige, trasladándolos a cárceles lejanas a sus domicilios, con el consiguiente daño a la relación familiar de los acusados.

Duele ver que se cometen estos abusos ilegales con los que a riesgo de sus vidas,  combatieron contra la guerrilla terrorista y asesina que atacando a gobiernos constitucionales o nó, pretendía la toma del poder para instalar una dictadura marxista.

Los formadores de opinión, han hecho creer a nuestros jóvenes, que aquellos terroristas, secuestradores, ladrones y asesinos, eran unos “jóvenes idealistas”; y que quienes defendían al Estado Nacional, eran unos represores.

Por este motivo, a nadie le interesa la situación de los acusados de delitos de lesa humanidad.

Acaso, porque no comprenden que esto es solo una muestra de la dictadura marxista a la que nos pretenden arrastrar.

Si hoy no se respetan las garantías constitucionales de quienes están acusados de delitos de lesa humanidad. Me pregunto: ¿Mañana, se respetarán las garantías constitucionales del resto de los ciudadanos?

Seguramente que no.

 

 

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