miércoles, 21 de marzo de 2018

Reportera gráfica Celina Mutti Lovera, no se sienta intimidada por nosotros


Estimada reportera gráfica Celina Mutti Lovera:

Ante versiones periodísticas que hacen referencia a un supuesto acto intimidatorio hacia su persona por haber sido fotografiada por una de las personas que habían concurrido frente a la Cámara Federal de Rosario, me pregunto si solo es potestad de los reporteros gráficos, tomar fotos de quienes por uno u otro motivo asisten a un evento. 
También me pregunto si usted teme ser reconocida participando como reportera en dicho evento.

José Schulman
Un feliz vividor del curro 
de los derechos humanos

Del mismo modo, yo puedo sentirme intimidado por personas que, como usted, toman fotografías en la que puedo ser reconocido por delincuentes terroristas y/o simpatizantes de esos violentos que inundaron de sangre nuestra patria en su alocada lucha para tomar el poder con el objeto de imponernos una dictadura castro comunista.
Ud. no nos pidió permiso para sacarnos fotos. Pero yo no me siento intimidado por las fotografías que pueda publicar o por las fotos que sacaban los violentos que decían “como a los nazis los vamos a buscar”. No se por qué me van a buscar, pues yo estaba frente a ellos, nunca me oculté y siempre me identifiqué y mis teléfonos y domicilio son públicos.
Usted parecía muy cómoda rodeada por ese grupo de "militantes" y debo sospechar que su supuesto temor tenía el fin de hacer creer a la sociedad que los que reclamamos justicia por el crimen del Coronel Argentino del Valle Larrabure, somos violentos. 
Para saber de qué lado estaban los violentos, solo bastaba mirar el dispositivo policial. La policía, por obvias razones de seguridad, nunca les daría la espalda a esos grupos de izquierda. En los años `70, los miembros de las bandas de Montoneros y ERP asesinaban a cualquier policía para quitarle el arma, que, exhibida como trofeo de guerra, les permitían subir de jerarquía en la escala de los cuadros de militarizados de esas organizaciones terroristas.
Usted podría habernos preguntado quienes éramos nosotros. Yo un electricista jubilado. La Señora Silvia  Ibarzábal es hija del Coronel Ibarzábal. A lo mejor usted no sabe quien era el Coronel Ibarzábal. Le cuento, el Coronel Ibarzábal era jefe del Grupo de Artillería Blindado 1 de la guarnición militar de la ciudad de Azul, el 19 de enero de 1974, durante la presidencia constitucional del Gral. Juan D. Perón. Y esa noche, un grupo de delincuentes terroristas, que, por supuesto no luchaban contra ninguna dictadura, sino que atentaban contra el gobierno que mas votos obtuvo en elecciones constitucionales, esos asesinos, no vacilaron en matar al soldado conscripto Daniel González, que cumplía con el servicio militar obligatorio, y luego asesinaron al Jefe de la Unidad, Coronel Gay y a su esposa. En su retirada, llevaron secuestrado al Coronel Ibarzábal, al que mantuvieron en cautiverio en las llamadas Cárceles del Pueblo. Y tras meses de cautiverio, el 19 de noviembre, cuando trasladaban al coronel secuestrado, dentro de una caja metálica, atado de pies y manos, el vehículo fue interceptado por un control policial y el delincuente Sergio Dicovsky, al verse neutralizado por el poderío policial, quiso dejar su “granito de arena” en la “gran obra revolucionaria”. Destapó la caja que contenía a Ibarzábal maniatado, y le disparó tres tiros en el pecho. “¿Lo querían…? ¡Acá lo tienen!”. Y luego se entregó.  
Otra persona que nos acompañaba es una escribana, también había otro electricista y una psicóloga. En fin, todos ciudadanos comunes que no viven del curro de los derechos humanos, como por ejemplo varios de los que estaban delante de la policía.

El ejemplo del típico militante, mirada de desprecio a ciudadanos que encontraron una salida laboral en la repartición policial. Pero cuando le pregunté cuanto cobraron él y su familia, por ser hijo de un terrorista, no contestó.

Finalmente, quisiera decirle, señora reportera gráfica, que quedo a su disposición, para mostrarle pruebas irrefutables de declaraciones falaces en los juicios llamados de lesa humanidad, como, por ejemplo, las prestadas por el dirigente comunista y Secretario de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, José Ernesto Schulman, o casos de detenciones arbitrarias cometidas por jueces prevaricadores como Reinaldo Rodríguez, o la integrante del ERP María Alicia Noli, entre otros.
Le reitero señora periodista, no les tema a los ciudadanos comunes. Témale a los violentos que siguen la ideología de los que cometieron el mayor genocidio en la historia de la humanidad: LOS COMUNISTAS.
Quedo a su disposición para responder las preguntas que quiera hacerme.

 Atentamente

Orlando Agustín Gauna
D.N.I. Nº 6.255.319
L. F. Leoir Nº 1159
(3000) Santa Fe
TE 0342155036171

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