La calurosa mañana del 23 de enero de 1989, Argentina sufría un nuevo ataque contra la democracia. Un grupo del Movimiento Todos por la Patria, integrado por terroristas argentinos, paraguayos, nicaragüenses y cubanos, comandado por Enrique Gorriarán Merlo, tomó por asalto a sangre y fuego el Regimiento 3 de infantería mecanizada de La Tablada. Tras dos días de intensos combates que arrojó un saldo de más de 40 muertos, los sobrevivientes terroristas, temerosos de perder la vida, agitaban trapos blancos en señal de rendición y escudándose detrás de algunos soldados conscriptos que tomaron como rehenes.
Durante la intentona subversiva, el 2º Jefe de la Unidad, el Mayor Horacio Fernández Cutiellos, telefónicamente le expresó a su Jefe "Yo voy a morir defendiendo el cuartel, ustedes recupérenlo". Y así fue. Murió defendiendo una de las instituciones de la democracia. El Presidente constitucional en esos momentos era el Dr. Raúl Alfonsín.
El terrorista Gorriarán Merlo también había tenido directa participación, el 19 de enero de 1974, en el ataque al Regimiento de Azul, donde asesinaron al jefe de la Unidad, coronel Arturo Gay, a la esposa éste, y al soldado conscripto Daniel González, secuestrando al 2º Jefe del Regimiento, Tte. Coronel Jorge Ibarzabal, a quien posteriormente asesinaron el 19 de noviembre de 1974. La hija del Coronel Gay, quien con 14 años de edad, presenció el asesinato de sus padres, nunca pudo reponerse de la tragedia vivida y se suicidó el 5 de octubre de 1993.al Jefe de la Unidad, a su esposa. Este hecho se produjo durante el tercer mandato constitucional del Gral. Juan Domingo Perón.
Estos dos atentados contra la democracia no merecen recordación de las autoridades políticas, mientras se nos pretende inculcar que los terroristas erpianos, montoneros y otros de la misma laya, luchaban contra la “dictadura” y se acusa, juzga y condena a quienes lucharon contra estos delincuentes subversivos, mientras a estos se les rinden honores y se les brindan subsidios y prebendas.
La democracia necesita fortalecerse, desenmascarando a sus enemigos y recordando estos hechos que son parte de nuestra historia.
Los enemigos de la democracia y sus cómplices, procuran que se olviden estos hechos.
Orlando Agustín Gauna
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