A los legisladores no les resulta satisfactorio trabajar de legisladores, al menos a la mayoría (el oficialismo y sus aliados) ya que son partidarios de delegar sus facultades en el Ejecutivo, y aceptan la opinión de la Casa Rosada acerca de que mientras menos sesionen, mejor. Pero no resignan salarios. Eso jamás.
Cuando por estos días los legisladores nacionales reciban los recibos de sueldo, se encontrarán con que sus salarios correspondientes al mes de julio reflejan un aumento de 15%. Como viene pasando desde hace varios años, cuando los empleados legislativos acuerdan una suba, los legisladores se acoplan.
Un senador de la Nación cobraba hasta hoy un sueldo bruto de $10.700 (entre dieta y gastos de representación). A eso, hay que sumarle el desarraigo (para aquellos que viven a más de 200 kilómetros de la Capital), que es de $1.200, y 40 órdenes de pasajes oficiales (20 aéreos y 20 terrestres), que en caso de no usarlos los pueden canjear por dinero. Cada pasaje aéreo vale $285 y los terrestres $115.
Con el aumento del 15%, que afecta solamente a las dietas y los gastos de representación, el sueldo bruto de un senador va a estar cerca de los $12.500. Más $1.200 si tienen desarraigo, más $8.000 si desean canjear los pasajes, lo que les da un total de $21.700.
Los diputados están un poco por debajo de sus pares de la Cámara alta. Hoy tienen un sueldo bruto de $9.027, que se irá a casi $10.500. El desarraigo, en la Cámara baja, les corresponde a aquellos que residen a 100 kilómetros del Congreso y es de $1.400. Y las órdenes de pasajes son 32 (20 aéreos y 12 terrestres). En total, si no utiliza los pasajes y vive en el interior, un diputado puede cobrar unos $19.000.
En abril de 2008 fue la última vez que se había aumentado los sueldos de los diputados y senadores. Aquella vez fue 19,5%. Y cada vez que esto ocurre, la polémica renace. Por un lado, están los críticos, que repiten que el salario de los diputados y senadores es alto, y ponen el foco en las horas que trabajan. Además, siempre están los que también sospechan que muchos de ellos tienen ingresos por otros lados, según consigna Perfil.
“Qué lástima, yo pensé que esta vez lográbamos que nos suban el sueldo a nosotros y no a los legisladores”, bromeó una empleada. Lo cierto es que cada vez que suben los sueldos de los empleados, terminan subiendo también los de los legisladores
Ocurre que los empleados legislativos llegaron a un acuerdo de suba de 15%. Además, consiguieron que de $800 no bonificables que tenían, $200 pasen a ser bonificables, por lo que serán tenidos en cuenta para el cálculo de la antigüedad y los bonos.
A este acuerdo se acoplaron los diputados y senadores.
Esta semana, que volvieron a sesionar tanto la Cámara alta como la baja, la noticia del aumento era unos de los temas de conversación en los pasillos. Los diputados, en su mayoría, todavía no tenían la confirmación de si efectivamente este año también recibían la suba a la par de los empleados. Sin embargo, fuentes de ambas cámaras confirmaron que tanto Julio Cobos como Eduardo Fellner ya firmaron la resolución que establece el aumento.
La decisión se tomó luego de que el Ministerio de Economía aceptara financiar los aumentos salariales. Así, el Congreso aumentará sus ingresos, que no sólo sirven para pagar los sueldos sino también para financiar gastos de la política. Los sueldos de los legisladores y los pasajes que reciben muchas veces son utilizados para cubrir gastos y actividades de sus partidos políticos.
Todo este debate no se daría si el trabajo de los legisladores nacionales no estuviera en boga. Este año, a causa de la campaña electoral hubo pocas sesiones y reuniones de comisión. Por ejemplo, la Comisión de Agricultura estuvo nueve meses sin reunirse y la de Energía, ocho. La Cámara de Diputados sólo sesionó 4 veces en lo que va del año.
Fuente: Urgente24.
http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews[tt_news]=127152&cHash=6d8f9472dc
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