jueves, 6 de agosto de 2009

GORDO VALOR envidia a DIANA CONTI




LA ENVIDIA DEL GORDO VALOR
por Gustavo Adolfo Bunse



Hace unos días fue detenido el famoso ladrón Luis “el gordo” Valor.

En realidad, el “secreto”, es que se entregó con un ataque de vergüenza metafísica y le pidió a la policía que le permitan conocer a Diana Conti.

Casi en llanto, les dijo :

“Tengo una mezcla de vergüenza y envidia, una especie de síndrome de colapso de mi fama y de mi liderazgo en todo el anecdotario del latrocinio nacional. Con este nivel de perfeccionamiento, no puedo competir”

Si hay una “distinguida” referente de supuesta pulcritud ética, que ha decidido y aún decide a cuál juez se saca y a cual juez se mantiene en la República, esa es la famosa Diana Conti, numen esencial del Consejo de la Magistratura y puesta allí por don Néstor Carlos Kirchner .

Avalada luego, hasta los tuétanos, por la regente nupcial.

Este es el relato público textual que muchos ya habrán leído, pero que me permito reiterar para entrar en materia :

“En diciembre, llegan juntos al Senado los sueldos de septiembre, octubre, noviembre. Buena plata, 5.429 pesos, qué alegría. El joven mira contento su cheque que ganó trabajando para la buena senadora en la oficina cuando entra Federico López que le dice:

"Ahora vas con Daniel (Frabotta, otro empleado, casualmente, el mejor amigo del hijo de la senadora progre), lo cobrás, sacás 700 pesos para vos y lo otro se lo tenés que dar a la senadora".

El pibe no entiende nada, piensa que es una broma, mira las caras, comprueba que no es una broma. Pero hace lo que le piden. Lo llama la senadora. Diálogo textual en su despacho :

-Sentate.
¿ Cobraste ? - preguntó la senadora progre.
- Sí, recién vengo del banco.

- Bueno, dame la plata.

- Cómo ? ¿ La plata que cobré te la tengo que dar ?


- Sí, dale, apurate.

Separás mil pesos y te los quedás. Ése es tu sueldo a partir de ahora. Todos los meses hacemos lo mismo: cobrás, te quedás mil pesos y me das el resto para mí.
- ¿ Pero entonces te tengo que dar los otros cuatro mil cuatrocientos? -volvió a preguntar el pibe.
- Sí, dale, apurate - dijo y, mientras el pibe contaba las monedas del banco, la senadora progre le dice:
-No, no… las monedas te las podés quedar.

La senadora guardó el dinero, dijo "listo" y dijo "chau" con la mirada.

El pibe seguía sin entender nada. Entonces, la senadora, para eliminar dudas, preguntó: "¿ Pasa algo ?". Y el pibe, por no insultar, se calló y se fue. No sabía dónde estaba parado, pero sí sabía que no quería estar parado ahí. Fin del diálogo.


Así de fácil había sido para la senadora Diana Conti en diciembre de 2004 quedarse con 4.400 de los 5.400 pesos que Bruno Bimbi se había ganado en su trabajo de tres meses. La actual diputada K, Diana Conti, es la que acaba de decir :

"Lo de Eduardo Buzzi no lo puedo creer. No puedo creer de la defección de convicciones que hay en este país".

La diputada K Diana Conti, que defiende al Consejo de la Magistratura, el cual ha integrado y casi liderado, mete mano a una práctica sin lustre y sin ningún brillo revolucionario. Mete mano en las prácticas más berretas de la vieja política. La diputada K Diana Conti puede, sin dudas, constituir el verdadero paradigma de Luis Valor en su saga de aventuras.

En todo esto hay un inspirador : El factótum siniestro del desgarramiento nacional y de una crisis que ya ha tomado más de la mitad de la gestión de su esposa.

La raíz de esta crisis es moral.

Toda su tropa vive como Diana, siguiendo su ejemplo como un faro y guía

Empeñan su vanidad, al filo de una daga de lucro , siempre listos para blandirla con rapidez dañina para abrir un sobre o rasgar una bolsa.

Son gente que ha explotado con ferocidad y con saña, el riquísimo filón de la ignorancia y el fanatismo en los que halló sumergidos a una multitud de desprevenidos, ora necesitados de creer en algo, ora esclavizados por las prebendas y el miedo.

Ha de saberse, alguna vez, que la obra maestra de la hipocresía, no fue, como muchos creen, “El Tartufo” de Molière, sino “El gobierno” de los Kirchner”.

Reincidentes, embaucadores de los débiles, de los crédulos y también de los timoratos, lo de Diana Conti es, en verdad un ardite, como lo deUberti, lo de Felisa Miceli … o le de Antonini Wilson y cientos como ellos.

Han empezado por fusilar toda posibilidad cierta de ascenso moral de la gente y han demonizado en ellos cualquier esfuerzo del talento virtuoso hacia la perfección futura. Lo grave es que lo hicieron desde un púlpito.

Desde esas alturas falsearon todo : Desde el concepto del deber que supuestamente les impone la sociedad que les dio mandato, hasta los simples números sobre la economía .

Falsearían, si pudieran, el mismísimo pronóstico meteorológico.

La epidemia de gripe es un cuento de hadas frente a la enorme epidemia de incertidumbre que campea hoy en todo el país, la cual es ya hoy, como las variantes más peligrosas de la llamada tuberculosis resistente.

Desinstalar la incertidumbre y la desconfianza, así como restaurar la credibilidad, es ahora algo que aparece como absolutamente inviable.

Con los mismos rostros del sofisma vigente, eso no es posible.

Y el daño lo han hecho, no sólo a la fe pública.

Lo han extendido a toda la dirigencia política.

Y aún peor que eso, al propio sistema democrático en general.

Son responsables plenos por eso.

Por cuanto saben que las creencias simples, son los móviles de toda la actividad humana. Saben, que la manera primitiva de adherir a lo que se presenta como cierto, consiste en creer las cosas tal como se sienten y tal como se ven.

Y esas creencias simples son como las tachuelas…, que se meten de un solo martillazo. Pero que después salen… al primer tirón de la tenaza.

Esto es lo que han logrado con la coacción moral del rebaño.

Escrituraron el saqueo.

En una cámara de diputados, saturada con la domesticidad de los serviles y con la sumisión sistemática de sus asalariados , todos hechos a imagen y semejanza de Diana Conti , son incapaces de tener jamás un gesto altivo.

Son todos predicadores de la ética. Ese fue su emblema cuando llegaron

Y lo más grave de toda esta historia de perversión y farsa enciclopédica es que así como han escalado el poder a horcajadas de la ignominia, ya hoy se están poniendo furiosos cuando ven que, desde el 28 de junio, resbalan hacia abajo en un declive trágico. Furiosos… y mucho más autoritarios.

Jamás admitirán irse por razones que sean imputables a la verdad exacta contenida en su propio naufragio o en su evidente incapacidad estructural.

Querrán abandonar la escena, dibujando algún culpable.

Como su moral encubre el vicio de un modo estremecedor, terminarán sus horas de un modo traumático.

Y allí, con el mismo énfasis melodramático, harán el epílogo de su obra maestra, confundiendo a un pueblo. Y ya lograron confundir a Luis Valor

Él prefirió volver… y perfeccionar mucho su práctica… con Diana Conti

Lic. Gustavo Adolfo Bunse

gabunse@yahoo.com.ar

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