“Porque aquí no hay salida: o quedamos todos libres o vamos todos presos”. Con estas palabras terminaba su participación el Lic. Luis Labraña (ex combatiente guerrillero) durante la presentación del libro del Tata Yofre “Volver a Matar”.
¡La puta madre! ¡Qué testimonio! En momentos de tanta hipocresía y mentira oficializada, las palabras de este ex enemigo constituyen un bálsamo para curar tantas afrentas gratuitas. Este valiente gesto de un ex guerrillero enaltece su persona y permite vislumbrar puntos de encuentro entre soldados que combatieron en trincheras enfrentadas. También marca el camino para alcanzar la pacificación tan necesaria para nuestro pueblo.
“No nos hagamos más los pacifistas a conveniencia. Aquí hubo una guerra. Pese a lo que digan los vendedores de memoria. Y quienes lo niegan faltan a la verdad y ofenden la convicción y la valentía de quienes murieron en ambas trincheras”.
Palabras esclarecedoras que contrastan, no sólo con los mercachifles de los derechos humanos, sino también con algunos uniformados que perdieron el honor, al vender su vocación por un puesto político. ¡Cuánta autenticidad y coraje en un combatiente enemigo como Luis Labraña! ¡Cuánta mentira, falsedad y cobardía en conductores militares como Martín Balsa o Roberto Bendini!.
“No nos hagamos más los pacifistas a conveniencia. Aquí hubo una guerra. Pese a lo que digan los vendedores de memoria. Y quienes lo niegan faltan a la verdad y ofenden la convicción y la valentía de quienes murieron en ambas trincheras”.
Palabras esclarecedoras que contrastan, no sólo con los mercachifles de los derechos humanos, sino también con algunos uniformados que perdieron el honor, al vender su vocación por un puesto político. ¡Cuánta autenticidad y coraje en un combatiente enemigo como Luis Labraña! ¡Cuánta mentira, falsedad y cobardía en conductores militares como Martín Balsa o Roberto Bendini!.
Al fin ya al cabo, como en toda guerra, existieron miserias en ambos bandos. El problema son los impostores, que mientras unos combatían, otros se llenaban de oro, haciendo política y dinero con la sangre de los caídos. Mientras nuestros combatientes arriesgaban la vida, los “balsas” llenaban sus bolsillos en el exterior. Mientras los Lagraña tomaban el fusil, los Kirchner se llenaban de oro rematando las casas de pobres endeudados... Y los que buscan perpetuar el conflicto en el presente son aquellos que no tuvieron en los 70 el coraje de tomar las armas...
Pensando en este hecho, vienen a mi memoria imágenes de mi juventud. Crecí en un pueblito de la localidad de Córdoba, de gente sencilla y calles de tierra... en casi todos los hogares había perros, algunos grandes y otros cuzquitos ladradores. Las peleas entre perros eran muy comunes. Y en todas se producía el mismo denominador común. Mientras dos perros grandes se mataban en feroz batalla, siempre había un grupo de cuzquitos mal nacidos que hacía mucho ruido ladrando desde afuera, incentivando la pelea.
Cuando los animales se separaban, lastimados y cansados de tanta lucha, los cuzquitos seguían ladrando, sedientos de la sangre de los demás. Mientras que los perros grandes sólo buscaban el descanso en sus dominios, con la tranquilidad de haber puesto todo en el feroz combate, los cobardes cuzquitos querían seguir la pelea... a costa de la sangre de los otros.
Y esto es lo que está pasando en nuestra querida patria... los perros grandes (militares y guerrilleros de verdad) están de vuelta en su pelea... ellos sólo buscan la paz para nuestra querida patria. Quedan sin embargo los Kirchner, los Verbitsky, los Duhalde, los Bonasso, los Dante Gullo... quedan los cuzquitos de mi pueblo... esos miserables mal nacidos que quieren perpetuar el conflicto, a costa del sufrimiento de los que oportunamente demostraron su valor en combate.
De un soldado a un soldado... Señor Luis Labraña... mi reconocimiento a su autenticidad... y mi compromiso a trabajar por su sueño: la construcción de una verdadera república para todos.
Mayor ® EA Pedro Rafael Mercado
Pensando en este hecho, vienen a mi memoria imágenes de mi juventud. Crecí en un pueblito de la localidad de Córdoba, de gente sencilla y calles de tierra... en casi todos los hogares había perros, algunos grandes y otros cuzquitos ladradores. Las peleas entre perros eran muy comunes. Y en todas se producía el mismo denominador común. Mientras dos perros grandes se mataban en feroz batalla, siempre había un grupo de cuzquitos mal nacidos que hacía mucho ruido ladrando desde afuera, incentivando la pelea.
Cuando los animales se separaban, lastimados y cansados de tanta lucha, los cuzquitos seguían ladrando, sedientos de la sangre de los demás. Mientras que los perros grandes sólo buscaban el descanso en sus dominios, con la tranquilidad de haber puesto todo en el feroz combate, los cobardes cuzquitos querían seguir la pelea... a costa de la sangre de los otros.
Y esto es lo que está pasando en nuestra querida patria... los perros grandes (militares y guerrilleros de verdad) están de vuelta en su pelea... ellos sólo buscan la paz para nuestra querida patria. Quedan sin embargo los Kirchner, los Verbitsky, los Duhalde, los Bonasso, los Dante Gullo... quedan los cuzquitos de mi pueblo... esos miserables mal nacidos que quieren perpetuar el conflicto, a costa del sufrimiento de los que oportunamente demostraron su valor en combate.
De un soldado a un soldado... Señor Luis Labraña... mi reconocimiento a su autenticidad... y mi compromiso a trabajar por su sueño: la construcción de una verdadera república para todos.
Mayor ® EA Pedro Rafael Mercado
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