miércoles, 26 de noviembre de 2008

El problema no es el príncipe, el problema es el vasallo, el que claudica, el que se arrodilla.


La tranquila sesión en la Cámara de Diputados donde se aprobó la prórroga del impuesto al cheque tuvo una polémica impensada cuando el titular del bloque radical, el cordobés Oscar Aguad, empezó a recriminarle a los legisladores oficialistas de distintas provincias su apoyo a la norma en duros términos y terminó atacando directamente al gobernador Daniel Scioli por ser el peor gobernador al momento de exigirle a la Nación la coparticipación de impuestos. Veamos la versión taquigráfica de la Cámara baja:

“Hay que estar alineado con el Gobierno nacional para recibir recursos. Pero esa no es la Constitución Nacional, que por el contrario requiere equilibrios y criterios objetivos de reparto, pero no porque el príncipe lo resuelve sino porque la Ley lo indica.

Acá hay responsables, hay víctimas y victimarios. Las víctimas son los pueblos que gobiernan nuestros gobernadores, sobre todos los que no tienen educación, los que no tienen agua, los que no tienen acceso a la eliminación de excretas: en el Chaco pasa eso, en Formosa pasa eso, en Misiones pasa eso, ¿y dónde están los legisladores de esas provincias?”, se preguntó Aguad en el recinto provocando las airadas protestas de los oficialistas que gritaban desde sus bancas.

“Para tener un parámetro, por este impuesto al cheque, Formosa debió haber recibido, en 2008, 370 millones de pesos, pero recibió 102; Jujuy debió haber recibido 270 millones de pesos pero recibió 80; Mendoza debió haber recibido 393 millones, recibió 121; Misiones debió haber recibido 326 y recibió 100; Córdoba debió haber recibido por este impuesto 845 millones de pesos y recibió 260. La verdad no es triste, lo que no tiene es remedio”, prosiguió.

“¿Cuál es la razón por la que los gobernadores resignan sus recursos? ¿Qué hacen los legisladores de Jujuy, de Formosa, del Chaco, en el recinto? No le regalen plata a la Nación para que los humillen, para que hagan obras a cambio de alguna actuación política. El problema no es el príncipe, el problema es el vasallo, el que claudica, el que se arrodilla. Ese es el problema”, dijo el diputado radical.

“Lo que no se puede remediar de la economía son las consecuencias, y las consecuencias la pagan los habitantes más pobres del país. También lo pagan los habitantes del conurbano bonaerense. El gobernador Scioli es el peor de todos. Es el que arrugó. Es el que se arrodilla. Y obviamente pareciera que no hay otra alternativa”, asestó el legislador mientras sus palabras eran tapadas por el griterío opositor lo cual no le impidió seguir su discurso.

“La claudicación del federalismo es que los recursos se reparten como quiere el príncipe, no como quiere la Constitución. Nosotros predicamos por volver a la Constitución. Volver a la Constitución significa que las leyes son las que fijan la manera y la forma de distribuir los recursos”. Al término de su discurso los kirchneristas no olvidaron pedir la palabra para responderle acusándolo de todo lo que se acordaban y hasta decirle que se le había “soltado la cadena”.

Fuente: http://www.agencianova.com/

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