Juan Manuel Duarte es profesor de historia y
catequista villero desde hace casi dos décadas. En la Villa 1-11-14
conoció a Rodolfo Ricciardelli (fallecido en 2008), uno de los
fundadores del movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, quien le
transmitió lo esencial sobre la vida y pasión de Carlos Mugica, el cura
asesinado en 1974, cuando el autor tenía sólo 5 meses, y le dio el mandato de
contar esta historia.
Entregado por
nosotros (Sudamericana, 2014) es una reconstrucción del último
año y medio de vida del mítico sacerdote villero de cuyo asesinato se cumplen
40 años este 11 de mayo. Forzosamente es también una reconstrucción del clima
que se vivía en el país en ese tiempo del retorno a la democracia, tras 18 años
de dictadura y gobiernos deslegitimados por proscripciones.
Lo que se desprende de la investigación de este profesor y
militante católico es el escaso margen de maniobra que quedaba para la
paz en un contexto de guerrillas que no querían desarmarse y grupos
"paramilitares" que empezaban a armarse, con total
desconocimiento y desprecio por la voluntad de la mayoría, expresada con
contundencia en las urnas, puesto que Juan Perón acababa de ganar las
elecciones (23 de septiembre de 1973) con más del 60% de los votos.
El padre Mugica había empezado a tomar distancia de
Montoneros y a criticarlos duramente, en privado y en público. En medio de una
misa pidió "dejar las armas y tomar los arados". Presionó
personalmente al jefe de Montoneros, Mario Firmenich, para que dejase las
armas. Y en una entrevista que le hicieron en Chivilcoy, calificó a Montoneros
como "la nueva burocracia" porque le quitó al pueblo "la alegría
de festejar, con el líder, el triunfo peronista".
"Muchos montoneros son el antipueblo", había
dicho en noviembre de 1973.
Por Claudia Peiró
Fuente: Infobae
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