La Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner ha entrado
en estado de coma. No es un coma inducido. Su situación es irreversible.
Su vida no ha sido nada fácil. Su vida siempre estuvo sembrada de dudas.
Se duda sobre la identidad de su padre.
Se duda sobre su título de abogada.
Se duda sobre la existencia de una hija suya (Carolina Pulqui).
Se duda sobre “su lucha contra la dictadura”.
Se duda sobre el origen de su fortuna.
Se duda sobre las causas de la muerte de su esposo, Néstor Kirchner.
Pero ya no hay más dudas. Su caída es irreversible.
Hace muchos años comenzaron las denuncias. Denuncias que tenían poca
trascendencia periodística. Denuncias que eran cajoneadas por jueces cómplices
o timoratos.
Ahora reaparece Jorge Lanata
destapando la olla. Empezamos a ver la mugre que están cocinando. Diversos
medios de comunicación se hacen eco de lo denunciado por Lanata.
La denuncia repercute en el exterior. Suiza, EE.UU., Brasil y Uruguay
dejan oír voces oficiales. Se conocen de manera oficial, desde EE.UU y Brasil,
investigaciones y sanciones por pagos de coimas en la Argentina.
No caben dudas de que la Presidente ha entrado en estado de coma
irreversible.
Es cuestión de días, semanas, a lo sumo, de pocos meses. Pero su
desaparición como Presidente de la Nación es inevitable.
Después, resta esperar que la justicia haga JUSTICIA.
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
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