Perico pronuncia cualquier otra palabra y nosotros seguimos el “juego” de una conversación. Somos conscientes de que Perico no puede mantener una conversación. Sabemos que sólo repite sonidos que conforman palabras, pero jugamos a que mantenemos una conversación, nos reímos y nos entretenemos en ese rato de ocio. No ofendemos ni perjudicamos a nadie.
Pero la “presidenta de todos los argentinos”, al igual que mi Perico, no puede dar una conferencia de prensa con preguntas abiertas y sin restricciones o discriminaciones.
La “presidenta de todos los argentinos” en una conferencia de prensa con preguntas abiertas y sin restricciones o discriminaciones, podría responder a la prensa, dónde y con quiénes se recibió de abogada, exhibiendo su certificado analítico. Podría mostrar los habeas corpus presentados durante la última dictadura, en favor de victimas de la represión. Podría revelar el secreto de los fondos de Santa Cruz. Nos contaría por qué no se constituyó el Tribunal de Defensa de la Competencia, ni se llevó a cabo el soterramiento del Sarmiento. Cuanto nos cuesta a los argentinos el “futbol parta todos” o, por qué Aerolíneas Argentinas es deficitaria cuando casi todas las empresas de aviación dan ganancias. En qué quedó el tren bala.
Y sería interesante que explique el porqué, en el granero del mundo, niños y adultos mueren por desnutrición. (hambre)
En fin, podría desmentir las 100 mentiras kirchneristas. Y a los periodistas de chimentos les contaría de sus amores y amoríos. De su verdadera relación con el “Choclo” Alassino durante la convención constituyente o hasta donde llego su relación con el Gobernador Capitanich. Muchos argentinos gustan del “futbol para todos”, otros, de los “puterios” que muestran los programas de chimentos.
Pero ni la “presidenta de todos los argentinos”, ni mi Perico tienen respuestas para tantas preguntas.
Mi Perico es un ser irracional. ¿Y la “presidenta de todos los argentinos”?
Orlando Agustín Gauna
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