Usted fue nombrado por Decreto Municipal Nº 2630, a partir del 10 de diciembre de 2015, Director General del Centro Municipal Distrito Sur "Rosa Ziperovich".
En ese Centro Municipal a su cargo, desde hace varios días, flamea nuestra enseña patria, compartiendo el mismo mástil con otra bandera. Una bandera multicolor que simboliza el orgullo gay.
La bandera gay nació para reivindicar al movimiento homosexual en EE.UU., aunque más tarde se hizo extensible a toda la comunidad LGTB (gays, lesbianas, bisexuales, transexuales)
Esta bandera fue ideada por el artista Gilbert Baker en 1978 a petición de la organización de la marcha del orgullo gay en California.
El diseño de Baker se inspira, según dicen, en la canción "Over the Rainbow" de Judy Garland.
Al tomar conocimiento de que en una dependencia oficial, a su cargo, se había izado en el mismo mástil la enseña creada por el General Manuel Belgrano y la de la comunidad LGTB; debo suponer que usted es gay o fanático secuaz de la comunidad LGTB.
Y una preferencia sexual, simpatía o fanatismo por la comunidad LGTB no tiene nada de malo.
En mi querida Argentina, gozamos de amplias libertades.
A los homosexuales no se los persigue ni se los discrimina, como se hacía en los países comunistas.
En nuestra Patria, a los homosexuales no se los encierra en campos de concentración ni se los obliga a realizar trabajos forzados, como hacía su conciudadano, Ernesto “Che” Guevara en Cuba.
Si bien, hasta hace pocos lustros, la homosexualidad era considerada una perversión sexual, como nos enseñaba el Dr. Nerio Rojas, profesor titular de la cátedra Medicina Legal (1924 a 1946) de la Universidad de Buenos Aires, cargo al que accedió por concurso, no por acomodo político.
El Dr. Rojas, además fue fundador de la Sociedad de Medicina Legal y Toxicología, cofundador de la Sociedad Argentina de Grafología; y por esas cosas de la vida era hermano del escritor Ricardo Rojas, autor del libro “El Santo de la Espada”. Pero los tiempos cambian…
Hoy, la homosexualidad no es considerada una perversión sexual y se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pero usted, Dr. Marcelo Jorge Gamboni, cualquiera sea su inclinación sexual o simpatías, como habitante de este suelo, y como funcionario público tiene la obligación de respetar las normas de protocolo y tratamiento de nuestra enseña Patria. La enseña nacional no puede compartir el mástil con ninguna otra bandera, y solo en tiempos de guerra puede permanecer izada de noche.
La bandera de mi Patria, debe izarse a la salida del sol y arriarse con la puesta del astro.
En la dependencia a su cargo, la bandera Argentina, comparte el mismo mástil con otra bandera y ni siquiera es arriada al atardecer, permaneciendo izada en horario nocturno.
Usted, Dr. Marcelo Jorge Gamboni, es un irrespetuoso que está ultrajando a la enseña Nacional con su conducta dolosa; porque no puede alegar ignorancia, por el plus de conocimientos que le da su profesión, y por haber sido enterado hasta por una carta documento, de este ultraje.
Dios y la Patria se lo demanden...
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
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