Hasta hace pocas semanas, el país estaba piloteado por la Sra. Cristina Fernández de Kirchner. Algunos viajaban confiados en el “modelo” y en la pericia de la piloto.
Otros, miraban azorados a la Presidente, temiendo la peor catástrofe.
Después sobrevino la imprevista internación de la presidente y el país quedó a cargo del resto de la “tripulación” a cuya cabeza, pero sin muchas libertades para maniobrar, estuvo el siempre sospechado Amado Boudou.
Luego la Sra. Presidente recibió el alta definitiva y era oportuno para ella festejar 30 años de democracia “moviendo la colita, al compás del tamboril” mientras la Nación se desangraba con varios muertos a raíz de los saqueos que se producían aprovechando el conflicto policial.
Después, después desapareció.
Y llegó la ola de calor, pero a “ella” no le importaba.
“Ella” estaba en El Calafate con una temperatura muy inferior al centro y norte del país (la parte más poblada de la Argentina).
Pero el calor no vino solo. Lo hizo acompañado por innumerables cortes de energía eléctrica, que en el caso de los edificios altos, también provocaba la falta de agua.
El ciudadano común, indignado, salió a la calle a manifestar su reclamo por servicios vitales, que la piloto y su tripulación, habían dejado colapsar, tolerando la falta de inversiones.
Y surgió la pregunta inevitable: ¿Dónde está el piloto?
Todos esperábamos verla a “ella” por la cadena nacional para que nos explicara que la culpa era del calor destituyente que superó la temperatura media de los últimos años. De la oposición destituyente, que repartía aires acondicionados para que colapsara el sistema eléctrico.
Pero ella no apareció. No sabemos si está de licencia, de vacaciones o manejando el país con control remoto desde El Calafate.
Tampoco aparece la tripulación.
¿Quién está a cargo de la nave?
¿El siempre imputado vicepresidente o el jefe de Gabinete?
Capitanich, perdido como “turco en la neblina” dice que hay que reclamarle a las empresas proveedoras de electricidad, olvidando que el Estado tiene el poder de policía a través de los organismos de control. Lo único que se le ocurre es decretar asueto administrativo.
Mauricio Macri lo imita a Capitanich con una medida similar y a la Presidenta la imita viajando al Sur de vacaciones en Villa La Angostura.
El Secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron, se dedica a jugar al golf en un country.
El Diputado Juan Cabandie, ese que reconoció que está donde tiene que estar “bancando a los hijos de puta que quieren arruinar este país” (él dice que los banca), sufrió el reclamo de los afectados por los cortes y fue a exigir soluciones, aclarando: "Me lo tienen que resolver porque la gente me está puteando".
Si hasta el periodista “súper oficialista” (más papista que el Papa) Víctor Hugo Morales, sin problemas con el cepo cambiario, se fue a Brasil, para desde las paradisíacas playas de Rio de Janeiro, hacer su programa “La Mañana” de Radio Continental.
Nosotros, seguimos soportando el calor, los cortes de energía y preguntándonos
¿Y dónde está el piloto?
¿y dónde está la tripulación?
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
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