Estimado Dr. Carlos Maria Galli
Con el debido respeto y consideración a su jerarquía sacerdotal e intelectual me atrevo a consultarlo.
Soy un coronel retirado de 87 años, tengo camaradas muertos en combate en el monte tucumano combatiendo contra el ejército revolucionario del pueblo, otros asesinados en la calle por los terrorista, así que comprenderá mi inquietud por su trabajo.
En el suplemento Ideas de la edición del sábado 18 de febrero de 2023 publica "Documentos inéditos. La iglesia católica y la violencia en la Argentina, contada según sus archivos…" El período en estudio se extiende desde 1966 a 1983, aclarando que el punto de partida es 1966 "…porque ese año se produjo la Revolución Argentina…"
Usted presenta la obra citada en dos hojas del diario, en la cual hay una única referencia a las víctimas de la violencia "…queremos conocer la verdad histórica y pedir perdón a Dios, a la comunidad argentina y a las víctimas de la violencia …", entiendo que incluye a las víctimas del terrorismo subversivo, ya que el resto del texto se refiere exclusivamente a las víctimas del accionar del Estado.Entiendo que en 1953, con respaldo de los jesuitas, fue fundado un grupo juvenil secreto-reservado en la ciudad de Puebla, México, llamado después El Yunque. (El Yunque de México y Tacuara de Argentina (1953-1964) Mario Virgilio Santiago Jiménez.
Posteriormente en 1957 en la ciudad de Buenos Aires, surgió el Movimiento Nacionalista Tacuara, agrupación juvenil. Ambos se reivindicaban anticomunistas, antisemitas, antiliberales, católicos, nacionalistas.
Me dirijo a Ud, respetuosamente, para que me ilustre la causa por la cual omite tratar la década anterior, período en el que se gesta la posterior tragedia vivida por los argentinos, la formación de los Comandos Civiles Revolucionarios (CCR) que actuaron entre 1954 y 1955, la clandestinidad de esos grupos durante los años cincuenta, la organización celular de organizaciones armadas, en pos de un objetivo revolucionario y nacional, coaguló con el fanatismo en los sectores juveniles provenientes del catolicismo, apoyados por sectores militares golpistas quienes no dudaron en acudir a las armas en pos de su objetivo, se gesta un movimiento que más tarde es totalmente copado por la izquierda revolucionaria que actúa violentamente a partir de 1973, sintetizado en una de las frases menos difundida del controvertido y planetario Ernesto Guevara de la Serna: "El odio es el elemento central de nuestra lucha!. El odio tan violento que impulsa al ser humano más allá de sus limitaciones naturales, convirtiéndolo en una máquina de matar violenta y de sangre fría. Nuestros soldados tienen que ser así". América Latina y los diarios de la época dan testimonio.
"Una verdad a medias es una gran mentira"
En ese mismo período ocurrieron acciones políticas, una de ellas dividió a los argentinos: la enseñanza laica o libre, (durante el gobierno de Frondizi), el sacerdote Meinvielle, asesor de Tacuara, la cruz de Malta, su prestigio entre jóvenes de colegios católicos…en fin, el huevo de la serpiente.
Quizás esa década en los documentos inéditos de la iglesia permitirán a varias generaciones de argentinos entender el movimiento de los Derechos Humanos, las Madres de Plaza de Mayo, las leyes de reparación a los familiares de desaparecidos- detenidos, es decir conocer los hechos, la historia, los datos, articulando con las variaciones de la memoria y su sentimiento.
En la próxima reunión de la Conferencia Episcopal que comenzará el lunes 24 de abril de este año efectuaran la presentación de los tomos 1 y 2 del libro “La verdad los hará libres. La Iglesia católica en la espiral de violencia en la Argentina 1966-1983”, oportunidad para comentar la violencia pregonada por Ernesto Guevara de la Serna, además.
Reciba usted mi saludo con la mayor consideración y respeto.
Carlos Lázaro Ballero
Coronel ( R )
carlazbal@hotmail.com
Nota del editor: Doy testimonio de que en la ciudad de Santa Fe, varios sacerdotes dejaron los hábitos y se unieron a los grupos terroristas. Varios terroristas de la banda Montoneros, egresaron del Colegio Inmaculada de esta ciudad, dónde fue maestrillo quien hoy es el Papá que preside la Iglesia Católica.
Y más recientemente, el fraile capuchino Juan Antonio Puigjane, participó del cruento asalto al Regimiento de La Tablada, durante un gobierno constitucional.
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