
Eso fueron, precisamente, la Teología de la Liberación y el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Por Maria Lilia Genta
Fuente: Que no te la cuenten
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"Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear."
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