El departamento la capital de la provincia de Santa Fe tiene el más elevado índice de homicidios del país. Actualmente roza los 30 homicidios cada 100.000 habitantes.
Un poco menor es la tasa de homicidios en el gran Rosario.
En el gran Buenos Aires la inseguridad se esconde en cualquier rincón.
Los ciudadanos no están seguros en ningún lugar, ni en su propia casa.
Sólo la gobernadora de la provincia de Buenos Aires se siente segura, dentro de una unidad militar.
Los partidos de izquierda y los distintos organismos de Derechos Humanos, madres y abuelas de Plaza de Mayo sólo se preocupan por los terroristas muertos y desaparecidos hace cuatro décadas. Pero guardan silencio sobre las decenas de miles de víctimas de la inseguridad.
Inseguridad por las que les cabe absoluta responsabilidad, por haber fomentado una justicia indiscriminadamente garantista y una política de derechos humanos parcializada.
La clase política timorata, frente a la presión de los violentos grupos de izquierda y de los secuaces de los terroristas de la década del 70, como entonces frente al terrorismo, hoy se ven impotentes frente al avance de la inseguridad.
Al comenzar el año 1976, la clase política, temerosa de ser asesinada por los terroristas, y la población civil, inocente víctima de esos criminales, reclamaron a viva voz, la intervención de las fuerzas armadas, que ese 24 de marzo, tomaron el poder, aniquilando al terrorismo y trayendo seguridad y paz a los ciudadanos de a pie.
Paz y seguridad que volvimos a perder, con el advenimiento de esto que llaman “democracia”.
Hoy, muchos ciudadanos empiezan a mirar hacia los cuarteles.
Algo que los políticos no quieren, porque se les terminarían los fueros, las dietas, el canje de los pasajes y todas sus prebendas.
Se les terminaría aquel sueño de “yo quiero ser Diputado”, y tendrían que ganarse el pan con el sudor de la frente.
A los secuaces de los terroristas se les terminaría el CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS, y muchos de ellos tendrían que rendir cuentas por los numerosos delitos cometidos bajo el amparo de jueces prevaricadores.
Y hay algo que no se tiene en cuenta... los militares también tienen familiares y muchos de sus familiares han sido víctimas de la inseguridad.
¿Hasta cuándo, van a permitir los miembros de las fuerzas armadas, que sus familiares sean asesinados por la delincuencia?
¿Hasta cuándo, van a permitir los miembros de las fuerzas armadas, que continúen en injusto cautiverio, quienes a riesgo de sus propias vidas, derrotaron al terrorismo cosmopolita y ateo?
Las fuerzas armadas tienen la palabra…
La clase política nos ha vuelto a defraudar...
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
¿POR QUÉ DIOS JUZGA SOBRE LA BASE DEL BIEN Y DEL MAL?
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*¿Es arbitrario, una elección caprichosa que Dios podría haber hecho de
alguna manera? ¿Es una “cuestión de poder” que Dios impuso, atentando
contra nuest...
Hace 1 día
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