domingo, 29 de octubre de 2023

DENUNCIA POR APOLOGÍA DEL TERRORISMO



Santa Fe, 9 de octubre de 2023

Al Señor Fiscal Federal.

El que suscribe Orlando Agustín Gauna DNI 6255319, domiciliado en calle Luis Federico Leloir 1169 de esta ciudad, en su condición de ciudadano argentino y como delegado en Santa Fe de la Asociación de familiares y amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina, en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 174 del código procesal penal de la nación DENUNCIA:

Que el día 25 de setiembre ppdo. “en la vereda de la Sede Virgen de Guadalupe de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), se colocaron dos baldosas de la memoria en homenaje a quienes fueran estudiantes desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. Se trata de Graciela Susana Capocetti y Guillermo López Torres”.

Estos dos desaparecidos no eran simples estudiantes, eran miembros de la organización terrorista Montoneros. Descubierta su militancia, pasaron a la clandestinidad con los falsos nombres de Carlos Franco y Helena.

Si bien no recibieron sentencia condenatoria, y les cabe el principio de inocencia, en el acto se eligió su “militancia” en clara referencia a su participación en la organización Montoneros.

En el sitio https://www.ucsf.edu.ar/baldosas-homenaje-estudiantes-desaparecidos/, se lee que Marcelo Villar, integrante de la comisión de baldosas y del Foro contra la Impunidad señaló que “cuando comenzamos con la colocación de baldosas, el sentido era marcar en el territorio y en la geografía de la ciudad aquellos lugares donde transitaron aquellas personas que hoy seguimos buscando”.

“Es mostrar que existió esa generación. Contar porqué luchaban y ser un ejemplo para la juventud…”

Esta simple frase sintetiza la apología del terrorismo. Decir que la lucha dentro de la organización Montoneros de esta pareja desaparecida es un ejemplo para la juventud, además de ser una apología del terrorismo, es una manifiesta incitación a tomar las armas para imponer sus ideas, mediante el terror. Una incitación a la violencia. Una incitación a imitar el accionar de la organización terrorista Montoneros.

La RAE define apología del terrorismo como “Enaltecimiento por cualquier medio de expresión pública o difusión, de los delitos de terrorismo o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos de terroristas o de sus familiares”.

Con este acto se ha humillado y menospreciado a las víctimas de la organización terrorista Montoneros. Con supina ironía, se silencia a las víctimas de las organizaciones terroristas que bañaron de sangre a nuestra Patria.

Montoneros sale a conocimiento de la sociedad, al secuestrar y asesinar cobardemente en una parodia de juicio al Teniente General Pedro E. Aramburu.

El hecho se comete durante un gobierno de facto, era entonces válido el argumento de que luchaban contra una dictadura. Pero habiendo asumido en elecciones constitucionales, Héctor Cámpora la presidencia de la Nación y ante un nuevo llamado a elecciones, donde se impone la formula Perón - Perón, la organización Montoneros, asesina al Secretario General de la CGT, José Rucci. Se cae el argumento de que luchaban contra una dictadura. Su objetivo quedaba claro. Tomar el poder por las armas para imponernos una dictadura castro comunista.

Y durante un gobierno constitucional, el 5 de octubre de 1975 asaltan el Regimiento de Infantería de Monte con la complicidad del montonero santafesino Roberto Mayol. En ese hecho, mataron a diez jóvenes que estaban cumpliendo con el deber cívico del servicio militar obligatorio. No eran militares de carrera, no eran “represores”. Eran “colimbas”.

Los terroristas no vacilaban en asesinar niños: María Cristina Viola de 3 años de edad, Juan Eduardo Barros, también de 3 años, Paula Lambruschini de 15 años, María Leonor Berardi, también de 15 años son algunas de los cientos de víctimas inocentes, asesinados por Montoneros y otras organizaciones terroristas similares.

El montonero santafesino Antonio “Tony” Riestra, junto con otras personas, en esos años robaron 20 toneladas de explosivos para cometer atentados terroristas.

Quienes ingresaban a la organización “Montoneros” no podían ignorar que se incorporaban a un grupo terrorista. Y en determinado momento, sabiéndose identificados, pasaban a la clandestinidad, cambiando sus identidades. En este caso adoptaron la falsa identidad de Carlos Franco y Helena de Franco.

Pero, en este hecho se desmiente la falaz acusación de un “plan sistemático de apropiación de niños”. Los hijos de esta pareja de militantes montoneros al poco tiempo se reencontraron con sus familiares. Nadie se apropió de estos niños.

Y a pesar de que el tres veces presidente de los argentinos, Juan Domingo Perón acuñó la frase “al enemigo ni justicia”, los terroristas capturados tenían derecho a un juicio justo, asesinarlos o hacerlos desaparecer es un grave delito que merece una condigna sanción penal.

Pero la desaparición de un terrorista no lo santifica ni lo hace merecedor de loas a su accionar.

Por lo expuesto, se solicita al Señor Fiscal inicie la investigación de los hechos y promueva la acción penal pertinente contra Marcelo Villar y toda otra persona que tuviera responsabilidad en los hechos.


DAR LUGAR A LO SOLICITADO

SERA JUSTICIA