Alberto Fernández, es considerado el peor presidente de la historia de la Argentina.
No podemos olvidar que el dedo índice de la condenada Cristina Fernández de Kirchner lo ungió como candidato a Presidente. Y con el voto de kirchneristas, peronistas, algunos engañados por sus promesas de campaña y muchas lacras que no querían perder el curro de los derechos humanos, alcanzó la primera magistratura
Su promesa de campaña era aumentar el 20% los haberes de los jubilados. Mintió.
Los cómplices políticos no repudiaron esa mentira, acaso porque todos ellos mienten.
Con la pandemia, hacían turismo a Rusia para ver como embarcaban vacunas que carecían de la aprobación de la mayoría de la comunicad medica mundial.
Obligó a los argentinos a permanecer encerrados, mientras él, sus "amiguitas", y otros allegados podían reunirse libremente.
Los ciudadanos de a pie, no podían ni siquiera despedirse de sus deudos.
Los "viejos" morían de depresión en absoluta soledad, al no poder recibir la visita cotidiana de sus hijos y nietos.
La CGT, en complicidad con ese incapaz presidente, durante los cuatro años no realizó ni un solo paro general.
Mientras no hay dinero para aumentar a los jubilados, ni para crear fuentes de trabajo, todo el arco político gana sueldos fabulosos, llena el Estado de ñoquis, amantes, parientes y amigotes. Para eso tienen la maquinita de hacer plata.
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