martes, 23 de febrero de 2021

El escándalo ético de las vacunas...

...justo en la vereda opuesta a la ética de un militar.

Durante nuestra Guerra por la recuperación de Malvinas ocurrió, entre tantos otros muchos, un episodio que hoy es oportuno traer a la memoria. 

El protagonista de este hecho fue el entonces Teniente primero Horacio Losito, miembro de la Compaña de Comandos 602. 

La Compañía de Comandos 602 llegó a la Isla el 26 de mayo de 1982 y el 28 de mayo su sección fue enviada a su primera y última misión, que consistió en infiltrarse en territorio enemigo y destruir la retaguardia. 

La sección partió en helicópteros en la madrugada del 29 de mayo y tomó tierra en Monte Simons, sin saber que a tan sólo 15 km se encontraba el puesto de comando del general Thompson, comandante de la Tercera Brigada de Comandos del Reino Unido. 

Luego de una incesante marcha, con el frío polar característico de la Isla, los comandos se encontraron con el arroyo Malo. Era de noche y el frío abrumadoramente intenso, a tal punto que los soldados no hubieran sobrevivido de permanecer a la intemperie. 

Los comandos debieron, en consecuencia, optar por dormir en una casa de madera, un puesto ovejero. 

En ese lugar se desarrollaría el combate de Top Malo House, uno de los combates más feroces de la guerra.

Fuerzas de elite británicas con órdenes de aniquilar al enemigo atacaron con todo tipo de armamento la casa. 

El teniente primero (post mortem) Espinosa, que se encontraba de guardia en la parte superior de la casa cuando se desató el ataque, abrió fuego y logró atraer las balas enemigas hacia él, para que el resto pudiera salir. Eso le costó la vida. 

Losito, antes de poder salir es alcanzado por una esquirla de cohete antitanque que lo hirió en la cabeza. Pese al intenso combate, logró replegarse hacia una posición elevada. En ese trayecto una bala de fusil FAL le alcanzó la pierna izquierda, hiriéndolo nuevamente de consideración. 

Sin perjuicio de ello, continuó el combate, aún luego de que el jefe de la patrulla argentina decidió rendirse. 

El fuego del entonces Teniente primero Losito cesó solo cuando se desvaneció a causa de la pérdida de sangre. 

Losito fue atendido por los británicos y se convirtió en prisionero de guerra durante un mes. 

En esa ocasión el Doctor Rick Jolly, jefe del personal médico inglés, atendió las heridas de Losito. 

Y aquí viene lo medular de esta historia. Según testimonio del mismo médico inglés, Rick Jolly, a Losito le correspondía prioridad en la atención médica, no en razón de su jerarquía sino en razón de la gravedad de sus heridas. *Sin embargo, Losito rechazó ser atendido hasta que no lo fuese el último de sus subordinados sin importarle cuán graves eran sus propias heridas y a sabiendas de que exponía su vida.* 

¿Por qué traer este episodio a la memoria en estos días? Por el escandaloso episodio del “Vacunatorio VIP” protagonizado por el inmoral Ginés Gonzáles Garcia, ahora ex Ministro de Salud. 

También por tantos gremialistas, intendentes, diputados, asesores, esposas y amantes de los jerarcas del Régimen que, a los codazos, acudieron a vacunarse por fuera de su turno mientras quienes requieren prioritariamente la vacuna no logran acceder a ella.

Losito representa la Gran Argentina. 

Esta oligarquía miserable y corrupta, en cambio, representa la más cruel y triste decadencia de esta Argentina cautiva de la democracia y el globalismo mundialista. 

A propósito: Losito, que alcanzó el grado de Coronel, está en prisión pues en los años setenta defendió la Patria de la guerrilla montonera, esa que hoy nos gobierna sin ninguna ética ni moral. Y luo hizo cumpliendo el mandato de un gobierno constitucional, de ANIQUILAR AL TERRORISMO.

Escrito por un militar preso por cumplir la misma orden constitucional.