No es un secreto que en la mesa chica de CFK la última palabra la tiene Carlos Zannini. Lo que no quiere decir que el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia sea un prodigio de habilidad política. En la elección salteña de marzo pasado apoyó a Walter Wayar contra Juan Manuel Urtubey, con un pésimo resultado. Y el domingo pasado jugó sus cartas en Santa Fe para Rafael Bielsa, que quedó tercero detrás de Rossi y Perotti. También es el autor intelectual de la fórmula Filmus-Tomada, que difícilmente le gane a Macri-Vidal. Además, el procedimiento actual de que las listas de diputados nacionales de todo el país sean redactadas en Olivos por Zannini y la Presidente está molestando al peronismo tradicional y al sindicalismo. Es que con este método cristinista se privilegia en los cargos a los defensores de los derechos humanos, a ciertas minorías y a ONGs, todas con fuerte influencia de Estela Carlotto y Hebe Bonafini.
Por: Guillermo Cherashny
Fuente: El Informador Público
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